Orgullo santiagueño: Pilar Carballo, la maestra del helado que conquistó la Coppa D’Oro y llevará su arte a Italia
En Santiago del Estero, donde el calor es casi una marca de identidad, una pastelera transformó el clima en inspiración. De esa mezcla de vocación, constancia y amor por lo artesanal nació el helado que hoy pone a nuestra provincia en lo más alto: el sorbete de mango con el que María Pilar Carballo, creadora de Mousse, se consagró campeona nacional de la 2° Coppa D’Oro del Helado Artesanal.
Con esa misma receta —tan sencilla como perfecta— Pilar llevará el sabor santiagueño a Longarone, Italia, para representar al país en la 55ª Exposición Internacional del Helado Artesanal, conocida como “El Oscar del Helado”. Allí competirá con los mejores del mundo, pero lo hará con un ingrediente imposible de igualar: el alma de su tierra.
El sabor del esfuerzo
“Tratamos de hacer el mejor sorbete de mango… y ganamos”, dijo Pilar con la emoción de quien sabe que detrás de un premio hay años de sacrificio. Empezó como pastelera hace más de una década y, empujada por las altas temperaturas santiagueñas, descubrió en el helado una nueva forma de expresar su arte. Así nació una pasión que hoy la lleva al máximo podio de su oficio.
Su sorbete —fresco, cremoso y sin lácteos— deslumbró al jurado por su naturalidad. Pero más allá de la técnica y la precisión, lo que se sintió en cada bocado fue la vocación de una mujer que ama lo que hace. “La clave está en la elección de la fruta, en respetar su esencia”, explica Pilar, con esa humildad que caracteriza a quienes transforman lo cotidiano en arte.
De Santiago al mundo
Su historia podría resumirse en tres palabras: talento, trabajo y raíces. Desde una cocina doméstica, “por curiosidad”, comenzó vendiendo por redes sociales. Con el tiempo, junto a su esposo Facundo y su cuñada, abrió su primer local en la ciudad. Hoy, Mousse es una cadena consolidada con cuatro locales en Santiago del Estero y uno en Córdoba capital, un verdadero ejemplo de cómo la producción local puede crecer sin perder identidad.
El éxito, sin embargo, no la ha alejado de sus orígenes. En cada creación sigue buscando esa conexión con su provincia, con el sol ardiente y la fruta fresca del monte. El mango, dice, es su forma de rendir homenaje al calor que moldea nuestra vida cotidiana.
Una embajadora del sabor santiagueño
María Pilar no solo lleva su helado a Italia: lleva consigo la historia de una tierra que produce con el corazón. Representa a los emprendedores que, con creatividad y esfuerzo, convierten las adversidades en oportunidades. A los que creen que desde Santiago del Estero se puede competir —y ganar— en cualquier parte del mundo.
Su próxima meta es conquistar el jurado internacional, pero su logro más grande ya está cumplido: demostrar que los sueños, cuando se amasan con pasión y se enfrían con paciencia, tienen sabor a victoria.
En tiempos donde lo artesanal parece perderse entre lo inmediato, Pilar Carballo nos recuerda que lo auténtico aún conmueve. Que un helado hecho con alma puede contar una historia, y que desde un rincón cálido del país puede surgir una campeona del mundo.
Porque, al fin y al cabo, su sorbete de mango no solo es el mejor helado de la Argentina: es un pedacito de Santiago del Estero que se derrite con orgullo en cada cucharada.
Creado:
23 octubre, 2025