El Sudeste Santiagueño Azotado por Fuertes Tormentas: Una Bendición para el Agro
Estas precipitaciones han sido objeto de análisis entre los productores locales, que ven en la lluvia una oportunidad para revitalizar la tierra y mejorar la producción
El sudeste de la provincia de Santiago del Estero ha experimentado una semana de inestabilidad climática que culminó en intensas tormentas durante la tarde y noche de ayer, extendiéndose a la madrugada de hoy. Este fenómeno meteorológico trajo consigo granizo de considerable tamaño, vientos fuertes y copiosas lluvias, marcando un desahogo para las tierras agrícola-ganaderas de la región.
En una zona donde la agricultura es la base de la economía local, la lluvia ha sido recibida como una bendición, especialmente en un contexto de sequías que han afectado los cultivos en temporadas anteriores. Productores de la región se muestran optimistas, esperando que estas precipitaciones contribuyan a un mejor rendimiento en sus cosechas.
De acuerdo con las mediciones meteorológicas recabadas, las cantidades de agua caída varían en diferentes localidades del sudeste santiagueño. Las cifras son las siguientes:
- Isla Baja: 75 mm
- Las Arenas: 56 mm
- La Escondida: 58 mm
- Los Juries: 120 mm
- Lote 15: 100 mm
- El Tobiano: 52 mm
- La Ponderosa: 60 mm
- Las Gamas: 130 mm
- Miel de Palo: 63 mm
- Añatuya: 80 mm
- Pozo Herrera: 140 mm
- Pinto: 27 mm
- Bandera: 60 mm
- Villa Minetti: 215 mm
Estas precipitaciones han sido objeto de análisis entre los productores locales, que ven en la lluvia una oportunidad para revitalizar la tierra y mejorar la producción. Sin embargo, también se alertó sobre la posibilidad de daños por el granizo y fuertes vientos en infraestructura agrícola y viviendas. Las autoridades locales están evaluando la situación para atender cualquier eventualidad que pueda surgir tras las tormentas.
A medida que los habitantes del sudeste santiagueño comienzan a recuperarse de los estragos provocados por el clima, la esperanza de una temporada productiva se afianza, recordando que, en muchas ocasiones, el tiempo puede ser un aliado inesperado en el recorrido de la agricultura. La comunidad permanece en alerta ante posibles nuevos eventos climáticos, pero con la fe puesta en que las lluvias continuarán beneficiando sus tierras.
