Mauricio y Agustín, padre e hijo, unidos por el rugby y la sangre
El deporte en general entreteje numerosas historias de vida. Muchas de ellas son desconocidas y ahí cobra una especial trascendencia la tarea comunicativa para visibilizar esas hermosas historias.
Mauricio Ruiz fue miembro de las fuerzas de seguridad provincial –más precisamente del Servicio Penitenciario- y después de varios años volvió a jugar al rugby para defender los colores del Añatuya RC. Lo hizo para ser parte del equipo de Intermedia en el Torneo Regional Desarrollo NOA que finalizó con el elenco añatuyense quedando como subcampeón del certamen. Y entre sus metas estaba el deseo de jugar junto a su hijo Agustín, con quien compartió cancha, entrenos, sudor, alegrías y tristezas.
Pronto a cumplir 43 años Mauricio reconoce que jugar con su hijo “Es lo que buscaba, quería y anhelaba”. “Mi idea es no solo jugar con mi hijo sino también compartir equipo con mis hermanos. Creo que se va a dar y por eso mantengo la ilusión y seguiré un tiempo más jugando”, señaló. Entre padre e hijo hay 21 años de diferencia y no es para menor la descripción de Mauri de su experiencia.
“Regrese al rugby por ese deseo de volver a jugar, de aportar mi experiencia a los chicos que forman el equipo y seguir aprendiendo. Es una sensación única, que quedará grabada para mí. Jugar un regional a la par de él ha sido magnífico”, expresó feliz.
¿Qué le dirías a tu chango? Le preguntamos y el respondió: “Soy amante de todos los deportes. Me encantaría que siga unido al rugby, pero la decisión la tiene el y el apoyo mío siempre va a estar. Que aproveche su tamaño y edad, que disfrute mucho y lo sienta al deporte y que le meta para adelante porque todo el mundo lo acompañará”.
Mauricio volvió a jugar para Añatuya Rugby y le provocó una “Sensación única porque amo este deporte, lo disfruto mucho y me encanta. A mi edad es algo muy lindo que lo vivo como si fuera un joven”.
Creado:
7 diciembre, 2021