Revelan los mensajes previos al femicidio de Camila Barrera y la dura situación que atravesaba la adolescente
La investigación por el femicidio de Camila Emilse Barrera, la joven de 17 años asesinada en Frías, sumó en las últimas horas nuevos elementos que permiten reconstruir el dramático contexto en el que transcurrieron sus últimas horas de vida. Los mensajes que intercambió con Eduardo Raúl Pallares, el principal acusado, revelan tanto la manipulación previa al crimen como la situación de extrema vulnerabilidad emocional y social que vivía la víctima.
“Dice que tiene 40 mil pesos para darme”
Según consta en el expediente, Camila llegó a la vivienda de una amiga de 49 años donde permaneció durante dos días. Allí, ambas habrían consumido alcohol y sustancias. La adolescente no tenía celular propio, por lo que pidió el dispositivo de la mujer para ingresar a su cuenta de Facebook y comenzar una conversación con un hombre que, para su entorno cercano, era un completo desconocido.
“Mirá con quién me estoy escribiendo”, le dijo Camila a la testigo mientras le enseñaba la pantalla. “Dice que tiene 40 mil pesos para darme. Dice que quiere estar conmigo”.
Ese hombre era Eduardo Pallares, de 39 años, quien residía también en Frías.
Ambos acordaron encontrarse esa misma noche para mantener un encuentro íntimo a cambio de dinero. Camila salió de la casa vestida con el top rojo y el short de jean que su padre le había regalado para su cumpleaños. Llevó consigo 20.000 pesos, una “piedra” de cocaína y el celular prestado.
La secuencia captada por las cámaras
Las cámaras de seguridad de la zona permitieron reconstruir el momento en que Camila llega hasta la esquina pactada, donde se encuentra con Pallares. En las imágenes se observa una discusión y, posteriormente, la violenta maniobra del acusado, quien la arrastra hacia un sector de monte cercano.
Al día siguiente, un vecino que caminaba por un sendero paralelo a la Ruta 157 encontró el cuerpo sin vida de la joven entre la maleza. La escena confirmó la brutalidad del ataque.
Pallares fue detenido horas más tarde. Durante un allanamiento en su domicilio, la policía secuestró el celular con el que se habría contactado con Camila, prendas de vestir y una motocicleta que también aparece registrada en las imágenes.
Un contexto de abandono y vulnerabilidad
Uno de los datos más impactantes surgió del testimonio de la mujer que la alojó durante esos días. La amiga declaró que Camila parecía atravesar un profundo sentimiento de soledad.
“No me quiero ir de tu casa. En otro lado nadie me quiere”, le habría manifestado la joven.
La familia de Camila —según consta en el expediente judicial— había intentado ayudarla en distintas oportunidades debido a su problema de consumo, pero la adolescente había abandonado varias veces los espacios de contención.
La Fiscalía considera que este contexto de vulnerabilidad pudo haber sido aprovechado por el acusado para contactarla y acordar el encuentro que terminó en tragedia.
Avances en la causa
Bajo un estricto hermetismo, esta semana declararán los amigos y personas que estuvieron en la vivienda donde Camila pasó sus últimas horas antes del crimen. La Policía analiza cámaras de seguridad de distintas zonas de Frías y pericias digitales del teléfono secuestrado.
El Ministerio Público Fiscal trabaja en la reconstrucción minuto a minuto de la secuencia previa al femicidio, mientras la comunidad de Frías permanece consternada por un crimen que expone una vez más la fragilidad de los adolescentes atravesados por el consumo, el abandono y la violencia extrema.
El caso se encamina hacia una imputación agravada por femicidio, aunque no se descartan nuevas calificaciones a medida que avancen las pericias. La familia de Camila exige justicia y acompañamiento, en una investigación que promete revelar aún más detalles sobre las últimas horas de la joven.





