Tragedia en Quimilí: Las «Picadas» y la Conciencia al Volante
Una lamentable tragedia ocurrida en la ciudad de Quimilí, provincia de Santiago del Estero, pone nuevamente en el centro del debate el peligro mortal de las «picadas» (carreras callejeras ilegales) y la imperiosa necesidad de fomentar la conciencia y responsabilidad al volante, especialmente entre los jóvenes.
Un Hecho con Consecuencias Fatales
El caso que conmociona a Quimilí se remonta a la madrugada del 28 de abril de 2024, cuando una supuesta «picada» terminó en la muerte de Leonel Bustos Ruiz, de 17 años. La víctima fue atropellada por una camioneta Ford modelo 1967, presuntamente conducida por un adolescente identificado como T.L., de 16 años, quien habría sacado el vehículo sin permiso de su padre.
Los videos de seguridad mostraron a este vehículo junto a otra camioneta 4×4, al mando de Lautaro Carbajal, realizando un «alocado viaje» por la Avenida Rivadavia. La carrera se detuvo abruptamente cuando la camioneta del menor impactó la motocicleta Honda Wave que conducía Leonel, provocando su deceso casi instantáneo. Este trágico evento desató marchas de silencio en Quimilí, con familias unidas en un clamor por justicia.
La Justicia y la Figura del «Dolo Eventual»
Un año y cinco meses después del suceso, el juez de Control y Garantías con competencia juvenil, Gastón Merino, resolvió enviar a juicio al adolescente T.L. bajo la figura de «homicidio simple con dolo eventual». Esta calificación legal implica que, si bien el conductor no buscó directamente la muerte de la víctima, su accionar temerario (la picada) le hizo prever que existía una alta probabilidad de un resultado fatal, y aun así, decidió continuar con la conducta. Es una figura que busca responsabilizar con mayor severidad las acciones de extrema imprudencia.
Sin embargo, el juez sobreseyó totalmente y de forma definitiva a Lautaro Carbajal, el conductor del otro vehículo, desestimando la hipótesis de una «coautoría» en la tragedia. La defensa de Carbajal argumentó que «nunca existió una picada mortal» y que la tragedia fue producto de la sola «imprudencia e impericia» del otro conductor, negando la existencia de dolo eventual en su accionar.
Llamado a la Reflexión: El Peligro de las Picadas
Más allá del desenlace judicial, este caso en Quimilí es un doloroso recordatorio del riesgo inaceptable que implican las carreras callejeras. Las «picadas» no son un juego; son un acto de temeridad e irresponsabilidad que transforma un vehículo en un arma potencial, poniendo en peligro no solo la vida de los participantes sino, fatalmente, la de terceros inocentes como Leonel Bustos Ruiz.
Es fundamental tomar conciencia al volante:
- 🚫 Los límites de velocidad y las normas de tránsito están para proteger vidas.
- 🧠 La madurez y la responsabilidad deben ser los copilotos en todo momento, entendiendo que el automóvil conlleva una inmensa responsabilidad social.
- 🛑 El dolo eventual en la calificación legal subraya que la justicia está reconociendo la altísima peligrosidad de estos actos.
La comunidad de Quimilí y el país entero deben entender que la calle no es una pista de carreras. Un instante de adrenalina puede terminar en una vida destrozada, dejando un dolor imborrable en familias y amigos. La vida de Leonel se apagó por una decisión imprudente, y su memoria debe ser un llamado constante a la prudencia y el respeto por la vida en cada kilómetro recorrido.
Creado:
25 septiembre, 2025