Padre Pepe y el Lavatorio de Pies como Denuncia de la Vulnerabilidad de los Adultos Mayores
En un significativo gesto de servicio y profunda reflexión sobre la realidad social, el Jueves Santo en la parroquia Nuestra Señora de Lourdes se convertirá en un espacio de visibilización para uno de los sectores más desprotegidos de la sociedad actual: los adultos mayores. La tradicional ceremonia del lavatorio de pies, oficiada por el cardenal Vicente Bokalic y concelebrada por el reconocido Padre José María «Pepe» di Paola, estará dedicada especialmente a ellos, elevando una fuerte crítica a las políticas que los han sumido en la precariedad.
La elección de este rito, que rememora el acto de humildad de Jesús durante la Última Cena, no es casual. Tal como explicó el Padre Pepe en diálogo con Nuevo Diario, este signo busca «lavar los pies de aquellos que hoy la sociedad muchas veces descarta, que son los ancianos, jubilados». La evocación de la época en que el entonces cardenal Bergoglio lavaba los pies de jóvenes adictos en la Villa 21 subraya una continuidad en la preocupación por los marginados, señalando ahora a la tercera edad como el grupo que enfrenta el desamparo.
Las palabras del Padre Pepe resuenan con la angustiante realidad que viven muchos jubilados en el país. Su contundente afirmación: «Tenemos ancianos que en la actualidad deben elegir si tomar las pastillas que les son recetadas o cuál comprar porque no les alcanza para una vida digna después de haber trabajado siempre; no es lo que se merecen», pinta un panorama desolador de las consecuencias de las políticas económicas. La imposibilidad de acceder a la salud y a una vida digna tras años de trabajo se erige como una injusticia flagrante que clama por atención.
En este contexto, la misa del Jueves Santo trasciende lo meramente litúrgico para convertirse en un acto de denuncia y un llamado a la acción. El Padre Pepe no solo señala la problemática, sino que también interpela al Estado Nacional, esperando que este gesto sirva de ejemplo para tomar medidas concretas que reviertan la situación de vulnerabilidad de los adultos mayores.
Finalmente, el mensaje del Padre Pepe para la Semana Santa invita a la reflexión profunda y al compromiso activo. Más allá del descanso, este tiempo sagrado debe ser una oportunidad para «darnos cuenta como cristianos de que podemos hacer mucho con nuestra vida, acercarnos más a Dios, pero también a los hermanos que más necesitan». La labor pastoral de visitar las capillas, iniciada el Domingo de Ramos, busca precisamente despertar esa conciencia y fomentar un compromiso tangible con los más desfavorecidos.
La ceremonia del lavatorio de pies de este Jueves Santo se erige así como un potente símbolo de servicio y un声声 de alerta ante la difícil situación que atraviesan los adultos mayores en Argentina. La voz del Padre Pepe, con su larga trayectoria de compromiso social, se alza una vez más para recordarnos la urgencia de construir una sociedad más justa e inclusiva, donde la dignidad de los ancianos sea una prioridad innegociable.
Creado:
15 abril, 2025