Crisis Energética en el NOA y NEA: Ola de Calor y Aumento en el Consumo Eléctrico
El norte argentino atraviesa una de las olas de calor más extremas registradas en los últimos años, con sensaciones térmicas cercanas a los 50°C, especialmente en provincias como Santiago del Estero, donde se han registrado las temperaturas más elevadas del país. En este contexto, el sistema energético nacional enfrenta una demanda récord, exacerbada por la reducción de subsidios y la implementación de topes al consumo subsidiado por parte del Gobierno nacional.
Un Sistema Energético al Límite
Las altas temperaturas han llevado el consumo eléctrico a niveles críticos. CAMMESA, la empresa encargada de operar el mercado eléctrico, informó que los picos de demanda han alcanzado cifras históricas. Sin embargo, en lugar de reforzar el suministro, el Gobierno nacional ha reducido drásticamente los subsidios a los usuarios residenciales, afectando especialmente a los sectores más vulnerables.
La decisión de poner un tope al consumo subsidiado impacta de manera directa en las provincias del NOA y NEA, donde el uso de ventiladores y aires acondicionados es una necesidad básica para enfrentar las altas temperaturas. Mientras que en el centro y sur del país las condiciones climáticas permiten reducir el consumo en ciertas épocas del año, en el norte el calor extremo se prolonga durante meses, generando costos energéticos insostenibles para muchas familias.
Impacto de la Reducción de Subsidios
Desde la llegada de la nueva administración, se han mantenido los esquemas de categorización de usuarios:
- N1 (ingresos altos): Reciben pocos o ningún subsidio.
- N2 (ingresos bajos): El subsidio fue reducido al 71,9% y se les impuso un tope de 700 kWh bimestrales, con el excedente pagado a precio pleno.
- N3 (ingresos medios): Pasaron de tener un tope de consumo subsidiado de 1.300 kWh en verano a solo 500 kWh durante todo el año.
Estos cambios han generado un impacto directo en las facturas de los hogares del NOA y NEA, donde el consumo promedio en verano supera ampliamente los 700 kWh en sectores de bajos ingresos y los 1.300 kWh en hogares de clase media. En consecuencia, muchas familias deben pagar la mitad o más de su factura a precio pleno, lo que ha disparado los costos de energía en las regiones más calurosas del país.
Falta de una Política Energética Federal
La implementación de medidas sin considerar la diversidad climática del país evidencia la falta de visión federal en la política energética actual. Mientras algunas provincias como Buenos Aires han aprobado aumentos controlados en las tarifas, en el norte las familias enfrentan costos exorbitantes debido a un mayor consumo necesario para sobrellevar las olas de calor.
La decisión de reducir subsidios y establecer topes al consumo subsidiado no solo afecta a los sectores más vulnerables, sino que también limita la capacidad de millones de hogares para acceder a un servicio esencial en condiciones climáticas extremas.
Ante esta situación, se torna urgente la revisión de las políticas energéticas con una mirada equitativa y federal que contemple las particularidades de cada región, garantizando que el acceso a la energía no se convierta en un privilegio inalcanzable para los ciudadanos del norte argentino.
Creado:
7 febrero, 2025