Quimilí: Una multitud despidió a “Gusano”, el héroe silencioso
La ciudad de Quimilí vivió este lunes una jornada cargada de emoción y tristeza al despedir a uno de sus vecinos más queridos. Con lágrimas en los ojos y un respeto profundo en el corazón, cientos de personas marcharon en silencio hasta el cementerio local para darle el último adiós a “Gusano”, víctima del trágico accidente ocurrido días atrás en la Ruta Provincial 92.
El vuelco e incendio del vehículo, presuntamente al intentar esquivar un bache, dejó dos personas fallecidas. Entre ellas, estaba “Gusano”, como lo conocían todos en el pueblo: un hombre humilde, solidario, siempre dispuesto a ayudar. Aunque no llevaba uniforme ni ostentaba rango alguno, su presencia en el Cuartel de Bomberos Voluntarios de Quimilí era constante y fundamental.
La comunidad lo sabía y por eso la despedida fue multitudinaria. Familias enteras caminaron detrás del féretro, algunos con flores, otros simplemente con la mirada baja y el recuerdo imborrable de su sonrisa. Los bomberos lo escoltaron con sus móviles y sirenas apagadas, en señal de respeto.
Desde el cuartel, sus compañeros publicaron una emotiva carta que recorrió las redes sociales y tocó el alma de toda la ciudad. “Leímos por ahí que a nuestro cuartel se le va una rueda de auxilio… ¡y es verdad!”, dice el texto que lo describe como un pilar imprescindible, siempre presente en los momentos más difíciles.
“Yo no quiero ser bombero, pero déjenme que los ayude”, les repetía. Y así fue durante años: aparecía en cada incendio, sobre todo en los rurales, donde el calor era agobiante y las fuerzas flaqueaban. Él estaba ahí, incansable, ofreciendo su tiempo, su esfuerzo y su corazón.
Hoy, Quimilí despidió más que a un vecino. Despidió a un símbolo de entrega, a un amigo de todos, a ese tipo de persona que hace del bien algo cotidiano. Su legado queda en cada rincón del cuartel, en cada historia compartida por quienes lo conocieron, y en el ejemplo que deja a las nuevas generaciones.
“Hasta siempre, Gusano”, escribieron los bomberos. Y esa frase resuena en cada calle de la ciudad, porque su memoria no se irá jamás. Porque los buenos, los justos, los imprescindibles, no mueren: viven para siempre en el corazón de su pueblo.
Creado:
16 junio, 2025