Intento de homicidio con trasfondo narco: grave ataque en Monte Quemado y alerta por el corredor de la droga en Santiago del Estero
Un violento episodio con claros ribetes vinculados al narcotráfico volvió a encender las alarmas en el norte santiagueño. Un joven identificado como Enzo “Enano” Pereyra fue brutalmente atacado y degollado en la vía pública, en un hecho que la Justicia investiga como un intento de homicidio agravado, cuyo móvil estaría directamente relacionado con la desaparición de casi un kilo de cocaína.
Por el caso, el fiscal de Monte Quemado, Dr. Gabriel Gómez, ordenó la detención de Pedro Acuña, alias “El Paraguayo”, señalado como autor material del ataque, y de Andrés Iván “Chiva” Silva, acusado como instigador. Ambos permanecen alojados en sede policial imputados por homicidio agravado en grado de tentativa, en carácter de autor e instigador, respectivamente.
El ataque y las amenazas previas
El hecho ocurrió la noche del 14 de diciembre, frente a una peluquería ubicada sobre calle Víctor Chequer, en el barrio Triángulo. De acuerdo a la investigación, Pereyra venía siendo amenazado desde hacía al menos dos semanas, luego de una discusión con “Chiva”, pareja de una tía de la víctima, quien lo acusaba de haber sustraído un “ladrillo” de cocaína.
Las amenazas no solo se limitaron a mensajes privados, sino que se extendieron a estados de WhatsApp, audios intimidatorios y advertencias directas, que fueron vistas y escuchadas por allegados del joven. “Ya te vamos a pillar solo”, habría sido una de las frases que anticiparon el desenlace violento.
Según los investigadores, Pedro Acuña habría actuado como sicario, enviando mensajes explícitos en los que advertía que, si la droga no aparecía, “la factura se pagaría con sangre”.
Un ataque a traición
Aquella noche, Acuña habría sorprendido a Pereyra por detrás, lo golpeó y luego le asestó dos puñaladas en el cuello, una de ellas de extrema gravedad. Testigos relataron que el agresor gritó: “Esto es por mi amigo ‘Chiva’, para que no se metan nunca más”, antes de huir.
La víctima fue auxiliada de urgencia y trasladada primero al Hospital Zonal y luego al Hospital Regional de la ciudad Capital, donde permanece internado en estado delicado.
Lejos de ocultarse, horas después del ataque, Acuña habría publicado un mensaje intimidante en su estado de WhatsApp, mientras que “Chiva” continuaba profiriendo amenazas en su entorno cercano.

Investigación y avance judicial
El fiscal Gómez desplegó un fuerte operativo policial que incluyó allanamientos, secuestro de celulares y toma de declaraciones, con al menos una veintena de testigos, muchos de ellos adolescentes. Ambos detenidos optaron por guardar silencio durante la indagatoria.
En las próximas horas se realizarán pericias clave a los teléfonos celulares, que podrían reconstruir el entramado de amenazas, la logística previa al ataque y posibles vínculos con una estructura mayor de narcomenudeo.
La droga que no aparece y una problemática estructural
Uno de los puntos más sensibles de la causa es que la droga que originó el conflicto aún no fue hallada, lo que refuerza la hipótesis de una red más amplia. Los investigadores no descartan que “Chiva” operara como eslabón de una cadena superior, presionado por proveedores que exigían el recupero del estupefaciente o un castigo ejemplificador.
Este hecho vuelve a poner en foco una realidad que atraviesa a Santiago del Estero: la provincia se encuentra en un paso geográfico inevitable del narcotráfico, que ingresa desde el límite norte del país y se desplaza hacia grandes centros urbanos como Rosario y Buenos Aires. En ese recorrido, bandas criminales intentan instalar puntos de venta y distribución, utilizando barrios vulnerables y jóvenes como “soldaditos”.
Presencia policial y reclamo social
Desde la Fiscalía se destacó el trabajo articulado de la Policía, que intensificó los controles y patrullajes en los barrios, generando un fuerte impacto en el submundo narco local. La situación derivó incluso en marchas silenciosas de vecinos, que reclaman mayor seguridad y el fin de la violencia asociada a las drogas.
Mientras Enzo Pereyra continúa luchando por su vida, la causa avanza como un caso emblemático que refleja no solo un conflicto criminal puntual, sino una problemática profunda que desafía a toda la sociedad y al Estado en la lucha contra el narcotráfico en el interior del país.





