El fútbol volvió a llenar Santiago: hoteles completos, vuelos extra y comercio a pleno
Durante el fin de semana de la final, Santiago del Estero y La Banda registraron una ocupación hotelera del 100%, con más de 2.400 plazas cubiertas, mientras que en Las Termas de Río Hondo la ocupación alcanzó el 70%, con estadías promedio de dos noches. La movilización turística fue masiva: se contabilizaron nueve vuelos chárter y cinco vuelos comerciales adicionales, que trasladaron a más de 3.500 pasajeros. Restaurantes, comercios, terminales y servicios trabajaron a pleno, reflejando el fuerte impacto económico que generan estos eventos en la provincia.
Una vez más, Santiago del Estero volvió a ser escenario de una final inolvidable. El Estadio Único Madre de Ciudades fue testigo de otra definición cargada de dramatismo, emoción y particularidades deportivas que quedarán en la memoria del fútbol argentino. Esta vez, Racing y Estudiantes de La Plata protagonizaron un desenlace vibrante, resuelto recién en la tanda de penales tras un empate agónico conseguido en el último suspiro del partido. Pero más allá de lo estrictamente deportivo, la provincia volvió a destacarse por algo que ya es una marca registrada: su enorme capacidad de acogimiento y hospitalidad.

Durante el fin de semana de la final, Santiago del Estero y La Banda registraron una ocupación hotelera del 100%, con más de 2.400 plazas cubiertas, mientras que en Las Termas de Río Hondo la ocupación alcanzó el 70%, con estadías promedio de dos noches. La movilización turística fue masiva: se contabilizaron nueve vuelos chárter y cinco vuelos comerciales adicionales, que trasladaron a más de 3.500 pasajeros. Restaurantes, comercios, terminales y servicios trabajaron a pleno, reflejando el fuerte impacto económico que generan estos eventos en la provincia.
Los visitantes coincidieron en resaltar la calidez del trato recibido, la predisposición permanente de los santiagueños y la organización general del evento. En cada final disputada en el Madre de Ciudades, la provincia no solo ofreció infraestructura de primer nivel, sino también un acompañamiento humano que hizo sentir a hinchas y turistas como en casa.
En contraste, desde algunos sectores de la prensa porteña se intentó instalar una narrativa de polémica alrededor de la definición entre Racing y Estudiantes. Se puso el foco en tensiones, operativos de seguridad y episodios aislados —como un micro de hinchas varado en Córdoba— para cuestionar la elección de la sede. Sin embargo, la realidad vivida en Santiago del Estero fue la de un evento exitoso, ordenado y seguro, con un operativo que garantizó traslados, controles y convivencia pacífica entre hinchadas.

Con esta última final, el Estadio Único Madre de Ciudades ya suma 19 definiciones en apenas cuatro años desde su inauguración, consolidándose como el epicentro del fútbol argentino. Cada una tuvo su condimento especial: goles sobre la hora, remontadas históricas, definiciones por penales y momentos épicos que reforzaron la mística del estadio y de la provincia como sede.
Santiago del Estero volvió a demostrar que el interior está a la altura de los grandes acontecimientos. Con organización, infraestructura, impacto económico positivo y, sobre todo, un espíritu hospitalario que distingue a su gente, la provincia reafirma su lugar como anfitriona de lujo del deporte nacional y como escenario donde las finales no solo se juegan: se viven con una intensidad única.





