Escándalo en el hospital de Pampa de los Guanacos: paciente amputado y su hijo golpearon a un médico, el video que paraliza a la provincia
Violencia y desamparo en Pampa de los Guanacos: ¿Quién tiene la razón?
El video, que ya recorrió cada rincón de la provincia, es impactante. Un hombre con una pierna amputada y su hijo en un violento altercado con un médico en el hospital de Pampa de los Guanacos, Copo. Lo que comenzó como un reclamo por atención médica escaló hasta una agresión física que hoy tiene a tres personas con restricciones y a toda una comunidad con más preguntas que respuestas.
El detonante: ¿Falta de atención o fuera de horario?
Todo ocurrió la noche del lunes. En las imágenes, se ve al paciente pidiéndole al médico que le cure su pierna amputada. El hombre, visiblemente alterado, reclama atención, mientras el profesional, con las manos en los bolsillos, se niega. ¿El motivo? Según fuentes, el paciente habría llegado después de las 20:30, media hora después del fin del horario de atención.
A partir de ahí, la tensión se desbordó. El paciente se quita el vendaje de la pierna, le arroja las muletas al médico y, según testigos, su hijo le da una bofetada al profesional. El video se corta justo en ese momento.
Denuncias cruzadas y una investigación profunda
El incidente no terminó en el hospital. El médico denunció «lesiones y amenazas» en la Seccional 43, mientras que el paciente y su hijo hicieron lo propio, acusando al profesional de «falta de atención» y «abandono».
El fiscal de turno, Daniel Ábalos, tomó cartas en el asunto e imputó al paciente y a su hijo por «lesiones y amenazas». Además, fijó restricciones de acercamiento para las tres partes involucradas y ordenó una investigación exhaustiva.
El fiscal quiere esclarecer los hechos: desde los horarios de atención y los protocolos del hospital hasta la historia clínica del paciente y las condiciones en las que debía recibir sus curaciones.
Este caso pone de manifiesto una grave problemática: la delgada línea entre el derecho a la atención médica y el respeto a los profesionales, así como la desesperación de un paciente y los límites de la violencia. Mientras la justicia investiga, el debate se enciende: ¿se justifica la violencia ante la falta de atención? ¿O el profesional actuó correctamente al respetar su horario de trabajo? La comunidad espera una respuesta.
