Profundo agradecimiento a la Diócesis de Añatuya: testimonio de fe que inspira a toda la Iglesia
En el marco de la emotiva ceremonia de clausura del proceso diocesano de beatificación y canonización de monseñor Jorge Gottau, realizada este lunes en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires, el arzobispo Jorge García Cuerva expresó un sincero y sentido agradecimiento a la Diócesis de Añatuya, destacando su testimonio de fe viva, su espiritualidad sencilla y profunda, y su incansable compromiso con los más pobres.
Durante su intervención, García Cuerva evocó con admiración la figura del Siervo de Dios Jorge Gottau, primer obispo de Añatuya, a quien describió como un pastor profundamente comprometido con los más necesitados del norte santiagueño. “Fue un hombre de reforma, de renovación, de cercanía con la gente”, afirmó el arzobispo, recordando la participación de Gottau en el Concilio Vaticano II, lo que consolidó su vocación transformadora.
El legado de Gottau, según remarcó García Cuerva, interpela a la Iglesia de hoy a no permanecer indiferente ante el sufrimiento, sino a hacerse presente allí donde hay dolor y exclusión. En este sentido, citó a Francisco en Evangelii Gaudium, subrayando que “Jesús quiere que toquemos la miseria humana, que toquemos la carne sufriente de los demás… Cuando lo hacemos, la vida siempre se nos complica maravillosamente”.
Pero uno de los momentos más destacados de su mensaje fue el reconocimiento especial a la Iglesia de Añatuya. “Aunque a veces se habla de Añatuya como una de las diócesis más pobres, me animaría a decir que también, y a partir de hoy mucho más, es una de las más ricas”, expresó. El arzobispo valoró profundamente el modo en que esa comunidad, desde su sencillez y austeridad, ha sabido compartir con el país no solo a un hombre como Gottau, sino una forma de vivir la fe con autenticidad y alegría. “Comparten a este Siervo de Dios, pero también una fe viva, un modo de celebrar a Jesús y a María que todos debemos aprender”.
Finalmente, García Cuerva cerró su mensaje con palabras de esperanza y gratitud: “Gracias por recibirnos, gracias por animarnos. Y creo que de hoy en adelante, mucho más. Que Dios los bendiga”.
Estas palabras no solo enaltecieron la figura de monseñor Jorge Gottau, sino que pusieron en valor el testimonio evangélico de toda una diócesis que, desde la humildad del monte santiagueño, irradia fuerza espiritual, esperanza y compromiso con los que más sufren. La Diócesis de Añatuya, con su historia marcada por la pobreza material pero rica en valores, se reafirma como una Iglesia que evangeliza con gestos concretos, con cercanía y con una profunda fidelidad al Evangelio.
Creado:
19 mayo, 2025