Ordenar para resistir: una decisión política necesaria en tiempos de asfixia financiera
Elías Suárez no apunta a la improvisación ni al maquillaje discursivo, sino a enviar un mensaje claro: los recursos de los santiagueños se cuidan. Lejos de ser un ajuste ciego, el decreto establece reglas precisas para evitar el derroche, ordenar prioridades y garantizar que cada peso del Estado provincial tenga un destino justificado.
La firma del decreto que refuerza el control del gasto administrativo no es solo una medida técnica de gestión: es, ante todo, una decisión política. Y como tal, debe leerse en el contexto nacional que atraviesan hoy las provincias, marcado por una fuerte caída de la coparticipación federal, recortes discrecionales y un corrimiento del Estado nacional de sus responsabilidades históricas con el interior del país.
En ese escenario adverso, la primera medida del gobernador Elías Suárez no apunta a la improvisación ni al maquillaje discursivo, sino a enviar un mensaje claro: los recursos de los santiagueños se cuidan. Lejos de ser un ajuste ciego, el decreto establece reglas precisas para evitar el derroche, ordenar prioridades y garantizar que cada peso del Estado provincial tenga un destino justificado.
Gobernar con lupa en un contexto hostil
Mientras el Gobierno nacional avanza con políticas que ahogan financieramente a las provincias —reduciendo transferencias, demorando fondos y debilitando el federalismo—, Santiago del Estero opta por anticiparse y reforzar sus propios mecanismos de control. No se trata de resignarse, sino de administrar con responsabilidad para sostener servicios esenciales como salud, educación, seguridad y obra pública prioritaria.
La decisión de poner bajo monitoreo permanente el uso de vehículos oficiales, centralizar los gastos protocolares y exigir autorizaciones previas para eventos y agasajos marca un quiebre con prácticas históricas que muchas veces naturalizaron el gasto innecesario. Aquí no hay zonas grises: el uso de recursos públicos debe tener un fin público.
Tecnología, control y sanciones: señales claras
Uno de los puntos más relevantes del decreto es que no se queda en la recomendación, sino que avanza sobre la responsabilidad directa de los funcionarios. La cadena de mando queda claramente establecida y el incumplimiento es tipificado como falta grave, con posibilidad de sumarios administrativos y suspensión del cargo.
Este punto no es menor. En un país acostumbrado a normas que rara vez se hacen cumplir, la decisión de respaldar el control con sanciones concretas jerarquiza el rol del Estado y fortalece la credibilidad de la gestión. La austeridad deja de ser un eslogan para transformarse en una política pública verificable.
El uso de la tecnología como aliada de la eficiencia —tanto para el control del parque automotor como para la reducción del consumo energético en edificios públicos— también habla de una mirada moderna, alineada con estándares actuales de administración pública.
Un mensaje político hacia adentro y hacia afuera
Hacia adentro, el mensaje es claro: no hay lugar para privilegios ni gastos superfluos. Hacia afuera, la señal es aún más fuerte: Santiago del Estero se prepara para atravesar un año complejo sin resignar gobernabilidad ni comprometer el funcionamiento del Estado.
En tiempos donde el ajuste baja desde Nación sin contemplar realidades provinciales, esta decisión del gobierno de Elías Suárez aparece como un acto de responsabilidad institucional. No se ajusta sobre la gente, se ajusta sobre el desorden.
Cuidar el Estado para cuidar a la gente
El decreto no elimina políticas públicas ni recorta derechos. Por el contrario, busca preservarlos mediante un uso más racional de los recursos. Gobernar también es decir que no, poner límites y asumir costos políticos cuando la situación lo exige.
En definitiva, esta primera medida del gobernador Elías Suárez no solo inaugura una gestión, sino que define un rumbo: orden fiscal, control real y defensa de los intereses provinciales frente a un contexto nacional que empuja a las provincias a resistir con inteligencia, firmeza y planificación.





