Un poco de Historia “Las Termas cumple y celebra sus 68 años”
Literalmente las aguas le dieron vida a estas tierras. Los primeros habitantes llegaron hace 8 mil años siguiendo el cauce del río. Esos primeros grupos cazaban, recolectaban frutos, semillas del monte y luego migraban. Recién en el 450 “La Cultura de Las Mercedes” se establece y se desarrolla en el área “Rincón de Atacama” –lugar donde en la actualidad se encuentra el Autódromo-. Más tarde aparecieron otros tipos de culturas como la Famabalasto, la Sunchituyoj, Averías, y los Tonocoté. Estos últimos pueblos fueron conquistados por los españoles.
Con la conquista, los vencedores y sus descendientes criollos, mestizos, comienzan a habitar la zona. A mediados del siglo XVI, volviendo de Tucumán con madera para construir una Iglesia en Santiago del Estero, Francisco Solano pasó por las aguas de Río Hondo. El río estaba crecido y arrastraba árboles, pero la leyenda cuenta que el santo del violín rezó y las aguas turbias se calmaron y su delegación pudo atravesarlas.
A fines del siglo XIX, a pesar de que este lugar no contaba con muchas comodidades y servicios, cientos de personas venían a estas tierras para tratar sus enfermedades con las aguas termales. Entre 1884 y 1886, el Dr. Doering, uno de los científicos que vino a esta zona a estudiar las aguas escribió: “por allí, perdida en medio de sus seculares y espesos bosques se encontraban las grandes vertientes, que todos los años proporcionan a millares de enfermos la salud y el restablecimiento de sus fuerzas perdidas. No ofrecen ninguna comodidad aquellos solitarios y vírgenes parajes, desprovisto de hoteles y otras instalaciones de carácter imprescindible”. En esa línea, el Dr. Canton agregó: “los enfermos acostumbrados a ciertas comodidades, se resignan a pasar meses de privaciones en medio del monte y se alojan en ranchos en los que es preferible no entrar”.
En ese período, los baños se tomaban en las vertientes naturales que existían cerca del río o en diferentes zonas de la localidad. En esos puntos donde las aguas fluían se hacían pozos de un metro de diámetro y un metro de profundidad. En la imagen 1 se observa a 2 personas bañándose en esos pozos y a científicos que vinieron a estudiarlas almacenando muestras en damajuanas.
Posteriormente, se comienzan a construir casillas para dar más privacidad a los baños. En la imagen 2 se observa a una madre con sus hijas en la puerta de estas casillas y en la imagen 3 se observan las máquinas que comenzaron a usarse para hacer pozos con mayor profundidad lo que permitía encontrar aguas en diferentes sectores y a una mayor temperatura.
A mediados del siglo XX, para tener condiciones de higiene y evitar enfermedades comienzan a construirse baños edificados. En la imagen 4 se pueden contemplar esos sanitarios construidos en la intersección de la Avenida Hipólito Irigoyen y la calle San Martín. En ese momento los baños eran conocidos como baños de azufre, después “Supay Yacu” y otros se conservan en la plaza Clara Navarro.

En la actualidad, los baños de cada casa, departamento, habitación de hotel, cabaña, cuentan con aguas termales. Además la mayoría de los establecimientos poseen piscinas o spa con este recurso. En la imagen 5, se puede observar uno de estos baños termales.
Literalmente las aguas termales y los turistas que buscaban este remedio natural fueron el motor del crecimiento y la transformación de Las Termas que pasó de ser un lugar con ranchos y monte sin comodidades, a convertirse en una de las ciudades modernas con la mayor cantidad de atractivos e infraestructura hotelera y gastronómica de Argentina.
Ente de Turismo Termas de Rio Hondo.
Creado:
6 septiembre, 2022