En Tomas Young, una docente enterró el busto de Evita para evitar ser destruido por los militares
Una maestra rural santiagueña decide enterrar en el monte un busto de Evita, para ponerlo a salvo de los comandos civiles. La historia de ese busto de Evita, de mármol de Carrara, tiene como protagonista a la docente y militante peronista rosarina Chela Pazos, fallecida el año pasado. En 1952, tras la muerte de la esposa de Juan Domingo Perón, la Fundación Eva Perón le obsequió la escultura a la maestra rosarina.
Entonces Pazos desempeñaba su tarea docente en el paraje rural Tomás Young, en el sudeste de Santiago del Estero. A raíz de su militancia en el peronismo, fue designada delegada censista en la zona.
“Poco antes del golpe de Estado de 1955, y ante el temor de que comandos civiles y militares destruyeran el busto de Eva, la maestra y su esposo deciden enterrarlo en pleno monte santiagueño”, memoró el diputado nacional Eduardo Toniolli.
La escultura fue desenterrada varios meses más tarde y oculta en una caja; luego fue enviada por tren a la localidad de Añatuya, donde residía la madre de la maestra.
En 1979 Chela se radicó en Rosario y trasladó el busto, que colocó sobre la chimenea interior de su casa, lugar que convirtió casi en un altar y por donde desfilaban numerosos militantes peronistas rosarinos.
“Con el paso del tiempo, Chela -ya octogenaria- empieza a preocuparse por el destino de la escultura, cuando ella dejara este mundo”, contó el diputado Toniolli, que participó del acto homenaje a Evita en Rosario.
Su preocupación llegó a oídos del conocido militante peronista rosarino Oscar Cánepa, quien fue hasta la casa de la anciana docente, fallecida en 2021.
Entre las opciones, Chela primero pensó en donar el busto a un hospital local, pero Cánepa le sugirió que hable con el entonces concejal Toniolli y le planteó la alternativa de donarlo al Concejo.
Tras una reunión en su casa con el edil y con Cánepa, Pazos finalmente aceptó donar el busto de Eva Perón al Concejo Municipal.
En agosto de 2016 se realizó la ceremonia de emplazamiento de la escultura en el salón Puerto Argentino del Palacio Vasallo, con la masiva presencia de militantes peronistas, que así desagraviaron además, la figura de Eva Duarte.
“En ese acto de desagravio, Chela reflejó la historia del busto y cómo pudo preservarlo de las garras del revanchismo oligárquico” de 1955, remarcó Toniolli.
Y finalizó: “El busto de Evita quedó allí para siempre y también el recuerdo del gesto tan valiente de la docente, que en un momento de mucho peligro para los militantes peronistas puso en riesgo su vida para preservar la escultura de Eva Perón”.

Creado:
26 julio, 2022