El productor que amenazó a Novara le pidió disculpas personalmente

El intendente de Bandera, Guillermo Novara, se refirió a las amenazas que recibió a través de los estados de WhatsApp que hizo un productor rural identificado como José Bertola, quien personalmente le pidió por el triste episodio.

“Bertola se acercó para pedirme disculpas y yo lo considero suficiente. No espero que utilice otro medio para que me de sus disculpas”, reveló el jefe comunal, en una entrevista con FM San Francisco.

El mensaje expresaba textualmente: “Esto es culpa del intendente de bandera no mia me cerró de todos lados para no ir al campo, hay q tener una llave para salir del pueblo, mejor q no lo encuentre ruta a 4 boca porque se queda sin intendente el pueblo” (Sic), lo que consideró una clara amenaza contra su integridad física del intendente, quien le envió una carta documento para que se retracte en 24 horas.

Sobre ello, el intendente sostuvo en las declaraciones a la emisora: “No es simpático para nadie recibió una amenaza de ese tipo, pero somos una ciudad pequeña, conozco a la familia Bertola, pero nunca pensé que podía concretar la amenaza”.

Luego, amplió que fue aconsejado a hacer la denuncia: “solo atiné a realizar una carta documento y darle la posibilidad de retractarse públicamente. Me vio obligado como funcionario no dejarlo pasar, porque este tipo de agresiones las percibe a diario, y yo quiero aprovecharlo para que sirva para otros funcionarios que en momentos difíciles como estos, se ven permanentemente expuestos y agredidos”.

“Esta persona (Bertola) me agrede porque tomé una medida, pero peor la pasa un inspector o un policía, que ejecuta una medida. Le mandé una carta documento a este productor. Y no le pedí que publique las disculpas por un diario, sino que simplemente me pida disculpas a mí y fue eso lo que hizo, porque él me vino a ver para pedirme disculpas” remarcó Novara.

Actividad productiva

Por otro lado, el intendente agregó que por suerte, “la actividad agropecuaria nunca paró en Bandera. No tuvo que cerrar el campo, nadie perdió la cosecha, al contrario, se siguió trabajando, se vendió, y se cobró a comparación de otras actividades no habilitadas”, concluyó Novara.