Viernes Santo: Un eco de humildad y servicio en la Catedral Basílica
La solemnidad del Viernes Santo se sintió profundamente en la Catedral Basílica, resonando con el emotivo gesto que la noche anterior había protagonizado el Padre Mario Rolando Tenti. Su realización del tradicional lavado de pies a un grupo de adultos mayores no fue solo un rito, sino una poderosa imagen de humildad y servicio que caló hondo en los corazones de los fieles.
La escena, que recrea el acto de Jesús en la Última Cena, adquirió este año una significación particular. La elección de los adultos mayores como destinatarios de este gesto de amor y entrega añadió una capa de profunda sensibilidad a la ceremonia. En un contexto donde a menudo la vulnerabilidad de la tercera edad pasa desapercibida, el Padre Tenti y la comunidad parroquial dirigieron su mirada y su acción hacia ellos, reconociendo su dignidad y las dificultades que puedan enfrentar.
La multitud de fieles que se congregó en la Catedral fue testigo de este conmovedor momento. Sus presencias silenciosas y respetuosas testimoniaron la importancia de este acto litúrgico y la resonancia del mensaje evangélico en sus vidas. La imagen del sacerdote inclinándose para lavar los pies de los ancianos fue un sermón visual, un recordatorio palpable del llamado cristiano al servicio desinteresado y al amor fraterno.
Este Viernes Santo, la Catedral Basílica no solo recordó la Pasión de Cristo, sino que también se convirtió en un faro de esperanza y solidaridad. El gesto del Padre Tenti iluminó la noche, dejando una huella imborrable en la memoria de quienes presenciaron este acto de profunda humanidad y fe. La elección de los adultos mayores como protagonistas de este rito ancestral nos invita a reflexionar sobre nuestra responsabilidad de cuidar y honrar a quienes han recorrido un largo camino, recordándonos que en cada rostro envejecido reside una historia valiosa y un testimonio de vida que merece nuestro respeto y afecto.
Creado:
18 abril, 2025