El calor extremo: un desafío para los santiagueños y todo el país
El calor afecta a las personas de maneras significativas, sin importar el lugar de residencia. En Santiago del Estero, una de las provincias con temperaturas más altas registradas en Argentina, es común escuchar que sus habitantes están «acostumbrados al calor». Sin embargo, esta afirmación es un mito. Las altas temperaturas impactan a los santiagueños de la misma forma que a cualquier otra persona, poniendo en riesgo su salud y bienestar.
Efectos del calor en la salud
El calor extremo puede provocar deshidratación, golpes de calor, agotamiento por calor y exacerbar condiciones preexistentes como enfermedades cardíacas y respiratorias. Los grupos más vulnerables son los niños, los adultos mayores, las personas con enfermedades crónicas y quienes trabajan al aire libre.
En Santiago del Estero, las temperaturas suelen superar los 45°C durante el verano. El calor intenso genera incomodidad y afecta tanto la productividad como la calidad de vida. La sensación térmica, agravada por factores como la humedad o la exposición prolongada al sol, puede ser aún más sofocante.
El mito de la «adaptación santiagueña»
Si bien los santiagueños han desarrollado estrategias culturales y prácticas para sobrellevar las altas temperaturas —como descansar en la siesta, consumir comidas ligeras y mantenerse hidratados—, esto no implica que sus cuerpos sean inmunes a los efectos del calor. Como cualquier ser humano, los santiagueños también sienten el impacto del estrés térmico, especialmente ante olas de calor más prolongadas y extremas que en el pasado.
La afirmación de que «los santiagueños están acostumbrados al calor» minimiza la importancia de tomar medidas preventivas. El calor extremo es un problema de salud pública que afecta a todos por igual, y la única manera de enfrentarlo es a través de la prevención y el cuidado.
Recomendaciones para protegerse del calor
- Hidratación constante: Beber agua incluso cuando no se tenga sed.
- Evitar la exposición al sol: Permanecer en lugares frescos durante las horas de mayor calor.
- Ropa adecuada: Usar ropa liviana, de colores claros y preferentemente de algodón.
- Cuidar a los más vulnerables: Asegurarse de que niños, ancianos y personas enfermas estén hidratados y en ambientes frescos.
Un desafío para todos
El aumento de las temperaturas debido al cambio climático intensifica los efectos del calor extremo, no solo en Santiago del Estero, sino en todo el país. Es fundamental derribar mitos como el de la «resistencia santiagueña» y reconocer que, ante el calor, todos somos vulnerables. Solo así se podrán implementar políticas públicas y estrategias efectivas para mitigar su impacto.
El calor no discrimina, y protegerse es una responsabilidad compartida.
Creado:
15 enero, 2025