Añatuya celebró los 50 años del Hogarcito San Vicente: medio siglo de amor, servicio y esperanza
La comunidad de Añatuya vivió una jornada profundamente emotiva al celebrar los 50 años del Hogarcito San Vicente, una institución emblemática de la Diócesis local dedicada al cuidado integral de personas con discapacidad que requieren acompañamiento constante y atención personalizada.
Fundado por monseñor Jorge Gottau, primer obispo de Añatuya, el Hogarcito nació como una obra de amor y compromiso cristiano, que con el paso del tiempo se transformó en un verdadero hogar para decenas de personas que encontraron allí contención, afecto y dignidad. En sus comienzos fue dirigido por los religiosos de Don Orione, luego por las Hermanas Vicentinas y, desde 2012, está bajo la conducción de la hermana Mónica Zanabria, quien continúa guiando la misión con dedicación y ternura.
La celebración por el aniversario comenzó con una misa de acción de gracias, donde el obispo monseñor José Luis Corral recordó las palabras de Jesús: “Dejen que los niños vengan a mí, porque de los que son como ellos es el Reino de los Cielos”. En su homilía, invitó a la comunidad a “hacerse pequeños y sencillos para reconocer en los hermanos más frágiles el rostro mismo de Cristo”.
Tras la ceremonia, hubo un momento de encuentro fraterno: se compartió la torta, el brindis y el canto del feliz cumpleaños, en un clima de profunda gratitud y emoción.
El Hogarcito San Vicente no solo representa una institución de asistencia, sino un símbolo de compromiso social, fe y humanidad, donde cada jornada se traduce en gestos concretos de entrega y servicio. Allí, el personal, los profesionales y los voluntarios realizan una labor silenciosa pero inmensa, brindando atención personalizada en aspectos esenciales como la higiene, la alimentación y la movilidad de los residentes.
En un mundo donde muchas veces se pierde de vista el valor de los más vulnerables, espacios como el Hogarcito San Vicente son un faro de esperanza. Su existencia recuerda la importancia de construir una sociedad más empática, solidaria y comprometida con la dignidad de toda persona, especialmente de quienes más necesitan cuidado y amor.
Cincuenta años después, el Hogarcito sigue siendo un testimonio vivo de que el servicio al prójimo es una de las formas más puras de trascendencia.
Creado:
15 octubre, 2025