ATE rechazó la reforma laboral y advirtió por una avanzada contra los derechos de los trabajadores
La Asociación Trabajadores del Estado (ATE) expresó un fuerte rechazo al proyecto de reforma laboral impulsado por el Gobierno nacional y alertó que la iniciativa apunta a profundizar la precarización del empleo y a recortar derechos históricos de la clase trabajadora.
Mercedes Cabezas, secretaria general adjunta de ATE Nacional, calificó la propuesta como una “reforma patronal” y sostuvo que su objetivo es “legalizar y cristalizar una situación de precariedad que no es nueva, sino que se arrastra desde hace muchos años y atravesó a distintos gobiernos”.
En declaraciones a Radio Rivadavia, a las que tuvo acceso la Agencia Noticias Argentinas, la dirigente sindical afirmó que la informalidad laboral no se soluciona “blanqueándola o legitimándola”, sino garantizando empleos registrados con derechos plenos. “Esta reforma no apunta en ese sentido”, subrayó.
Cabezas también cuestionó el argumento oficial que justifica los cambios por los altos niveles de empleo no registrado y rechazó la flexibilización laboral como salida. “En el mundo se está discutiendo exactamente lo contrario: no bajar derechos, sino mejorar las condiciones de trabajo”, señaló, y puso como ejemplo a México, donde recientemente se redujo la jornada laboral para fomentar el empleo formal.
Fuerte rechazo a artículos clave
Entre los puntos más criticados del proyecto, la referente de ATE mencionó el denominado “banco de horas”, al que consideró una herramienta que quita al trabajador el control sobre su tiempo. “Que el empleador decida qué días trabajás y cuántas horas, sin que tengas dominio sobre tu propio tiempo, es una barbaridad. El tiempo es algo que nadie te devuelve”, advirtió.
Otro eje de preocupación es la eliminación de la ultraactividad de los convenios colectivos de trabajo. Según explicó, la reforma establece que los convenios vencidos deberán renegociarse en un plazo máximo de un año y habilita a la Secretaría de Empleo a intervenir y anular cláusulas. “Si el Estado no está de acuerdo con algún punto del convenio, lo puede dar de baja. Es como decirle al trabajador: ‘decime cómo querés que trabaje y yo lo hago’”, graficó.
El fondo del debate
Para Cabezas, la discusión central es política y social: “La pregunta es dónde se pone el eje: si en el empleador que ‘da’ trabajo o en la clase trabajadora que produce la riqueza”. En ese sentido, remarcó que si son los trabajadores quienes generan riqueza, deben tener derecho a discutir cómo se distribuye. “De lo contrario, quedan sometidos a las condiciones que imponga el empleador”, sostuvo.
Finalmente, la dirigente consideró “muy llamativo” que la reforma no contemple a sectores altamente precarizados, como los trabajadores de plataformas de delivery. “No se entiende por qué Rappi, Pedidos Ya y otros trabajadores que hoy están en negro no están incluidos. Es muy extraño”, afirmó.
Por último, cuestionó la “falsa mirada del emprendedurismo” en la que se apoya el proyecto y recordó que, a nivel internacional, “ya se está debatiendo la creación de convenios específicos para los trabajadores de plataformas”.





