El Obispo de Añatuya pidió una campaña electoral en “Paz, respeto, responsabilidad y transparencia”

El mensaje fue en el marco del Tedeum que se realizó en la Iglesia Catedral Nuestra Señora del Valle y fue en el marco de un nuevo aniversario de la ciudad de Añatuya. A continuación compartimos la homilía completa:

“En este nuevo aniversario de la declaración de Añatuya como ciudad venimos a la casa de Dios nuestro Padre porque Jesús nos convoca, venimos para manifestarle nuestra gratitud y alabanza, reconocemos con agradecimiento su Providencia que nos acompaña y nos colma de dones.

Aquí en la presencia del Señor ponemos una vez más a los pies del Señor a nuestro amado pueblo, con la confianza que, como siempre lo hemos experimentado, él nos seguirá sosteniendo en nuestra esperanza y en nuestro compromiso cotidiano.

Nos acercamos a nuestro Padre como una sola y gran comunidad de hombres y mujeres que nos inclinamos con sincera humildad para pedir su bendición en la misión de construir una sociedad de hermanos cómo Jesucristo nos enseña.

Mientras caminamos por la vida y la historia, en la fe y confianza, construimos la ciudad terrena con la mirada y el corazón puestos en la patria definitiva.

En el evangelio de Juan que acabamos de oír Jesús invita a sus discípulos a no perder nunca la confianza en Él, nosotros también somos discípulos que queremos seguirlo entregándonos a los demás como Él lo hizo y apoyados en su Palabra que es la fuente de vida para cuantos creen y esperan en Él.

Somos convocados al anuncio de su buena nueva, invitados a formar parte de su pueblo, a colaborar en la construcción de un mundo y una sociedad de acuerdo el proyecto de Jesús, el Reino de su Padre.

Jesús es el camino la verdad y la vida qué nos conduce al padre. Jesús mismo es el mejor regalo que cualquier persona puede recibir. Hoy se nos plantean enormes desafíos, que solo con la gracia de Dios podremos responder. Hoy nos preguntamos cuál es el camino al cual hemos sido llamados a seguir, pedimos la gracia de reconocer los signos y las señales para no perder el rumbo y la dirección. También nos preguntamos cuál es la verdadera vida que debe animar cotidianamente nuestra existencia para no desperdiciarla ni distorsionarla. Buscamos cuál es la verdad última que otorga sentido pleno a todas nuestras preguntas, compromisos y fatigas.

Pidamos hoy Que el Espíritu Santo nos permite adentrarnos siempre más en esa comunión profunda con el señor de modo que sea el que nos conduzca por el camino de la vida hacia la verdad y la luz. Sin el Espíritu Santo todo se confunde, todo pierde consistencia evangélica, todo se transforma en signo de muerte, de división y dispersión.

El Espíritu es quien crea la comunión y la armonía en la diversidad; la diversidad tiene que ser siempre reconciliada y sólo el Espíritu Santo puede suscitar la pluralidad, la multiplicidad y al mismo tiempo realizar la unidad. Con el Espíritu Santo nos transformamos en constructores de unidad, mensajeros de paz, cultivadores de la esperanza, artesanos de la reconciliación.

Al acercarse un nuevo periodo electoral, hacemos un llamado a todos para que estas campañas y elecciones transcurran en paz, apoyados en el respeto mutuo, con responsabilidad y transparencia. Sobre todo, sin olvidar que compartimos una historia y una memoria, nos enlazan sentimientos de pertenencia y arraigo, nutrimos proyectos con sueños de futuro. Puede haber diferencia en lo ideológico o lo programático, son legítimas y hay que admitirlas; pero nunca considerar a los otros como enemigos, ni menos dejarnos llevar por la violencia, el odio o la mentira donde profundizamos los conflictos y ahondamos las grietas.

Hoy, es una ocasión para presentar al Señor de la Vida a nuestro pueblo amado de Añatuya, en sus niños, jóvenes y adultos, que claman y necesitan vida digna, sana y feliz aquí en la tierra y la vida abundante y plena en la eternidad.

Ofrezcamos con sinceridad y humildad lo que cada uno de donde ha sido llamado puede hacer para contribuir al bien común y obrar en favor de los demás, para crear condiciones de crecimiento para todos, para procurar equilibrio y armonía en un orden social más humano y justo.

Busquemos juntos la vida más plena que anhelan numerosas familias de nuestra ciudad y de la provincia, que no descuidemos la familia que es el tesoro patrimonial más apreciado por nuestro pueblo.

Busquemos juntos más y mejor vida para los jóvenes, estudiantes y trabajadores. Vayamos a su encuentro para discernir con ellos sus necesidades, ilusiones y esperanzas.

Busquemos juntos mejores condiciones que garanticen salud, trabajo, vivienda para todos. Que todos los oficios y profesiones sean reconocidos y retribuidos en justicia y valorados los servicios y esfuerzos que tantos hermanos y hermanas prestan.

Busquemos que los trabajadores, campesinos, empresarios, políticos y otros constructores de la sociedad unan sus criterios y esfuerzos para que salgamos juntos adelante. Hacer que nuestras instituciones y estructuras sean canales de fraternidad, organicen la esperanza y la solidaridad.

Busquemos juntos la vida más plena que anhelan los pobres, quienes permanecen excluidos de los bienes materiales, qué el desarrollo sea verdadero porque nadie queda excluido del acceso a los bienes para su crecimiento integral.

Que el Señor bendiga nuestra ciudad, haga prosperar las obras de nuestras manos, ilumine nuestras mentes y encienda nuestros corazones en su caridad. Qué la Virgen María nos proteja siempre y nos ponga tras las huellas de su Hijo Jesucristo.

Feliz día ciudad de Añatuya, feliz día para todos sus habitantes, para los que nacieron aquí y para los que aquí fueron bienvenidos y por eso se quedaron. Felicidades y a seguir hacia adelante!!!