La Juventud Renueva su Fe en la Peregrinación a la Cruz de Matará
Una vez más, la tradicional Peregrinación Juvenil y festividad a la Cruz Catequística del Buen Jesús de Matará se concretó con un notable fervor popular, congregando a una multitud de peregrinos provenientes de diversos puntos de la Diócesis de Añatuya. Durante dos intensos días, la fe se manifestó con fuerza, especialmente entre los jóvenes que protagonizaron la peregrinación inicial.
El evento comenzó el pasado viernes con la emotiva peregrinación juvenil. Dos columnas de devotos, una partiendo desde Suncho Corral y la otra desde la ciudad de Añatuya, confluyeron en un camino de fe y esperanza hacia la Cruz de Matará. Esta masiva participación juvenil evidenció el arraigo de la tradición y el compromiso de las nuevas generaciones con sus creencias religiosas.
Las actividades centrales del domingo estuvieron presididas por el obispo de la Diócesis, monseñor José Luis Corral, cuyas palabras resonaron profundamente entre los presentes. En su homilía, el obispo destacó la cercanía de Jesús en la vida cotidiana, afirmando: «Jesús no se quedó lejos, mirando desde arriba, nos busca y se deja reconocer, de un modo discreto pero real, en medio de la vida cotidiana y en la orilla de nuestras experiencias. Nos consuela y nos vuelve a confirmar con su presencia amiga. Sin él la pesca es estéril, desde él todo rebosa, es fecundo y se vuelve pleno y completo».
Monseñor Corral también hizo hincapié en la importancia de la entrega y la confianza en la obra de Dios, señalando que «No nos pide que seamos perfectos sólo que nos abramos a su amor, que confiemos en su Palabra y nos entreguemos a su obra. Él vuelve a confiar en sus amigos, nos hace reiniciar y volver a empezar, nos rehabilita para proseguir su obra».
En un mensaje particularmente dirigido a los jóvenes, el obispo reflexionó sobre el proceso de maduración de la fe, utilizando la figura de Pedro: «Como Pedro, nuestro primer sí puede estar lleno de ilusión e idealismo, luego de ser probado y reconocer los límites y debilidad le damos el segundo sí desde el dolor y la lucha. Finalmente le damos un sí más total y maduro haciéndonos cargo de la misión de cuidar a los demás sabiendo que son suyos y con su gracia».
Finalmente, monseñor Corral resaltó el significado profundo de la Cruz de Matará, describiéndola no como un mero objeto de veneración, sino como «un grito de amor vivo que se quiere inscribir en nuestros corazones. A su sombra y amparo la vida se vuelve fecunda y luminosa».
La exitosa edición de esta peregrinación reafirma la vitalidad de la fe en la comunidad diocesana y el papel fundamental de los jóvenes como portadores de esta tradición. La masiva concurrencia y las palabras del obispo Corral dejan un mensaje de esperanza y renovación, invitando a todos a vivir una fe activa y comprometida en el día a día.
Creado:
6 mayo, 2025