«¿Te quieres casar conmigo?»: Una noche de amor eterno a orillas del Río Dulce
Bajo el cielo estrellado de Santiago del Estero y con el murmullo del Río Dulce como testigo, Hugo Frías protagonizó una escena digna de película. En la costanera, ese rincón donde la ciudad respira calma y naturaleza, el joven santiagueño se arrodilló entre velas y pétalos de rosa para hacerle a su pareja la pregunta más importante de sus vidas: ¿Te quieres casar conmigo?
El escenario fue pura magia. Una alfombra de luces cálidas guiaba hasta un altar improvisado, rodeado de flores y decorado con amor hasta el último detalle. En el aire flotaban la emoción, el perfume de las rosas y una vibra romántica que lo envolvía todo. No hubo espectador, amigo o transeúnte que no se sintiera tocado por ese instante.
Detrás de la impecable ambientación estuvo Soleh, una talentosa emprendedora local que puso el corazón en cada rincón decorado. “Por mucho tiempo soñé con crear este tipo de escenarios. Hoy, gracias a Hugo, ese sueño se volvió realidad”, compartió conmovida en sus redes sociales. Su emoción fue tan genuina como el momento que ayudó a crear.
Soleh no escatimó en halagos para el protagonista de la noche: “Hugo es uno de esos pocos hombres que todavía apuestan al romanticismo puro. Fue un placer ser parte de esta historia de amor”. Y razón no le falta: en tiempos donde las declaraciones se hacen por mensaje de texto, Hugo eligió hablar con flores, luz y corazón.
La propuesta no tardó en volverse viral. Las imágenes capturaron no solo la belleza del entorno, sino también las lágrimas, las sonrisas y ese instante suspendido en el tiempo que selló una promesa de amor eterno. En redes sociales, los comentarios no se hicieron esperar: “¡Qué romántico!”, “Una propuesta soñada”, “Esto sí que es amor del bueno”.
Para muchos, fue un recordatorio de que el amor —el verdadero, profundo, que se celebra con gestos grandes— aún existe. Y que, a veces, solo hace falta un río, unas rosas y un corazón valiente para recordarlo.
Porque el amor, cuando se vive así, deja huellas. Y esta historia, sin dudas, ya forma parte del libro de las grandes declaraciones.
Creado:
2 mayo, 2025