Ex Combatientes de Malvinas, de la posguerra en el olvido al tiempo del verdadero reconocimiento del pueblo argentino

A 40 años de la guerra por las Malvinas, habrá vigilias, desfiles y homenajes en todas las provincias argentinas. No hay rincón del suelo nacional donde no se recuerde a los caídos en Malvinas y a los héroes que pudieron volver a sus lugares y convertirse en testimonios vivientes de ese pasado triste de nuestra historia.

Manuel Linch estuvo casi dos meses en el campo de batalla y pudo volver para contar su historia. Tenía 20 años cuando se generó el conflicto y fue llevado desde la Escuela de Aviación de Córdoba a territorio malvinense, donde se desarrollarían los momentos armados más difíciles.

Tras las rendiciones de las tropas argentinas pudo volver al país. En buque, estando prisioneros, fueron dejados en Montevideo, Uruguay, para luego ser trasladados al Astillero Río Santiago en busques nacionales y desde allí al lugar de origen de cada fuerza. En el caso de Linch fue a Córdoba donde estaba la base de la Fuerza Aérea Argentina.

Su vuelta no fue festiva ni entre vivas como fue la partida al combate. “Al llegar a la Escuela de Aviación de Córdoba muchos familiares esperaban a sus hijos y es ahí cuando se enteraban de que muchos habían caído en combate. Fue algo muy doloroso que vivimos”, recordó.

Desde su relato, esa vivencia parecía marcar el tiempo que les tocaría vivir a todos los ex combatientes en los años posteriores a la guerra. “Después de la guerra hubo 10 años de una campaña de desmalvinización en el pueblo argentino”, afirmó Linch, quien hoy es trabajar de INTA en Añatuya.
“Nosotros tendríamos que haber tenido un tratamiento y acompañamiento distinto por las secuelas de la guerra por los momentos tan feos que allí vivimos. Desde el 82 al 92 ni existíamos como ex combatientes, estuvimos olvidados prácticamente”, afirmó.

Con lujo de detalles contó: “Tras el acto de recepción de los soldados, nos realizaron un examen psicofísico y nos envían en avión hasta el aeropuerto de Santiago del Estero y después cada uno a su ciudad. A mí me tocó volver con un compañero de Los Juries llamado Nicasio Gómez. Llegué a mi casa, pero nadie nos esperaba. Supuestamente el ejército había comunicado de nuestra llegada, pero mi mamá nunca recibió ninguna información. Fue muy emocionante el reencuentro con mi madre, mi abuela y mis hermanos”.

Rehacer la vida no fue sencillo. El experimentó varios problemas de salud por efecto de la mala alimentación que tuvo en las Islas. “No fue fácil reiniciar la vida porque tras esa campaña a todos los ex combatientes nos tildaban de locos y nadie te quería dar trabajo. Por suerte yo pude trabajar primero en una finca y luego en el vivero municipal gracias ex intendente Darwich”, recordó.

El presente es distinto para los ex combatientes y en cada rincón del país su heroicidad y valentía es reconocida. “A mí me produce mucha alegría que el Estado Nacional nos recuerde, que la sociedad tribute su homenaje y recuerdo y sobre todo me da mucha alegría que los jóvenes se interesen tanto como ocurre en las escuelas o en la calle. Te paran en la calle para conversar y te preguntan por las vivencias de la guerra. Uno tiene que dar respuestas porque muchos de nosotros van muriendo. Si uno no lo cuenta, quien va a relatar esas memorias. La historia por ahí distorsiona la realidad de la guerra y por eso estoy muy agradecida por tanta gente interesada en conocer sobre la guerra desde nuestro testimonio”.

“En estos 40 años transcurridos ha cambiado en la sociedad argentina la manera de ver al ex combatiente. No está instalada esa campaña que tan hondo caló en la gente de desmalvinizar al pueblo argentino, hoy nos reconocen como lo que somos y no como locos”, expresó al ser consultado.

Sueños
“Siempre quería conocer Ushuaia, donde existe un Monumento que nos recuerda. El INTA en este momento me está dando la oportunidad de estar ahí, de visitar esta tierra y de participar del homenaje a los Ex Combatientes”, respondió al ser consultado por sus sueños.
Es que Manuel Linch podrá cumplir uno de sus sueños. El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) cuenta en el país a 7 técnicos que tienen en común haber estado en las Islas Malvinas defendiendo con su vida ese suelo argentino, en ocasión de la Guerra de Malvinas. Entre ellos está el añatuyense Manuel Linch, quien este domingo iniciará un viaje soñado a Ushuaia, en Tierra del Fuego, para participar de un homenaje que INTA realizará en la tierra denominada “El Fin del Mundo” a todos ellos y que ocurrirá el miércoles 6 de abril en el INTA Ushuaia.

Hay un sueño pendiente y es volver a pisar las Islas Malvinas. “Me gustaría muchísimo volver a las Islas. Me tocó estar en un momento que no fue agradable, pero creo que el territorio es nuestro por derecho internacional y si pudiese me volvería. Ojalá fuera posible cumplir ese gran sueño”.

Durante esta semana, Manuel Linch fue invitado a participar de distintos actos recordatorios de los 40 Años de la Gesta de Malvinas en escuelas}, actos oficiales y medios de comunicación para luego iniciar este viaje organizado por el gremio que nuclea a los trabajadores de INTA.