El ocaso de «Chiqui» Caro: De la Ruta 34 a la Justicia
La tarde se teñía de tensión en Quimilí cuando Juan Carlos “Chiqui” Caro, el empresario que mantuvo en vilo a la provincia, cruzó las puertas de la Departamental Número 12. El hombre, buscado intensamente por la policía, llegó escoltado por su abogado, el doctor Jorge Navarro, y con la mirada gacha, como quien sabe que la tormenta recién comienza.
Caro, oriundo de esta misma localidad, se entregó a la Justicia tras protagonizar un violento y caótico episodio denunciado por su expareja, Dalma Leal. Según el relato de la víctima, la jornada que desató el escándalo incluyó golpes, disparos de arma de fuego y privación ilegítima de la libertad.
El día anterior, la provincia había sido escenario de una persecución digna de una novela negra. La Ruta 34 fue el teatro de operaciones de un despliegue policial que abarcó varios puntos estratégicos: Colonia Dora, Pinto, Selva y Sumampa. Los ecos de las sirenas y la incertidumbre mantenían a la comunidad en alerta, mientras el acusado parecía desvanecerse entre el polvo del camino.
Ahora, bajo la luz blanca e implacable del interrogatorio, Caro enfrenta cargos por lesiones graves y amenazas calificadas. Sin embargo, las fuentes judiciales han dejado entrever que las imputaciones podrían ampliarse, complicando aún más su situación.
El caso está en manos de la fiscal Gabriela Ganem y su colaborador, el fiscal auxiliar Guillermo Farías, quienes trabajan incansablemente para desentrañar los detalles de una trama que combina violencia, huida y una relación quebrada.
Mientras tanto, en Quimilí, el nombre de “Chiqui” Caro resuena en cada esquina. Entre murmullos y teorías, los vecinos intentan armar el rompecabezas de un hombre que pasó de ser conocido empresario a protagonista de un drama policial que marcará un antes y un después en esta tranquila comunidad.
La Justicia tiene la palabra final.
Creado:
24 enero, 2025