Esperan un milagro para Agustín, el joven herido por un rayo en Monte Quemado
La tragedia golpeó a la familia Farías el pasado miércoles, cuando Agustín (20) y su hermana Anabel fueron alcanzados por un rayo en Monte Quemado. El impacto dejó secuelas devastadoras, y ahora la comunidad se une en oración mientras ambos jóvenes luchan por recuperarse.
Un Accidente Desgarrador
Walter Farías, padre de los jóvenes, relató los momentos de angustia tras el incidente. “Yo mismo saqué mi auto y los llevé al hospital. Mi hijo estaba muy mal, aún sigue en terapia, sedado, con respirador. Estamos esperando un milagro de Dios para que empiece a reaccionar. Yo creo que ya se dará”, expresó conmovido en diálogo con Radio Panorama.
Agustín fue el más afectado, llegando al hospital sin signos vitales. Sin embargo, la pronta acción médica logró reanimarlo. Actualmente permanece en el Centro Integral de Salud Banda, en estado crítico, con graves lesiones en la cabeza y el lado izquierdo de su cuerpo. Por otro lado, Anabel, aunque consciente, manifestó que no podía sentir sus piernas y sigue bajo observación en el hospital de Monte Quemado.
Un Llamado a la Prevención
Este trágico suceso pone en evidencia la peligrosidad de los fenómenos eléctricos durante tormentas. Los rayos pueden ser mortales, y las medidas de prevención son esenciales:
- Evitar espacios abiertos: No permanecer en descampados, campos o áreas sin protección.
- No refugiarse bajo árboles: Los árboles atraen los rayos y aumentan el riesgo de impacto.
- Alejarse de objetos metálicos: Evitar herramientas, paraguas con punta metálica o vehículos abiertos.
- Permanecer en lugares seguros: Refugiarse en edificios cerrados o dentro de vehículos con ventanas cerradas.
Esperanza
A pesar de la tragedia, la familia Farías se aferra a la fe y al apoyo de la comunidad. Agustín y Anabel son un recordatorio de la vulnerabilidad ante la naturaleza, pero también de la fortaleza que emerge en los momentos más oscuros.
La solidaridad se hace presente, y Monte Quemado acompaña a la familia en esta difícil situación, esperando que el milagro por el que rezan se haga realidad.
