El Padre Pepe bendijo esculturas de la Virgen realizadas por jóvenes del Hogar de Cristo

En un emotivo encuentro en la capilla Nuestra Señora de Itatí, el padre José «Pepe» Di Paola bendijo una serie de esculturas de la Virgen María realizadas por jóvenes del Hogar de Cristo. Estas obras fueron creadas en un taller artístico dirigido por María Avellaneda y se presentaron al público tras la ceremonia de bendición.

El taller, organizado como parte de las actividades de integración y superación personal del Hogar de Cristo, permitió a los participantes experimentar un proceso transformador. “Pusieron su esfuerzo, dedicación y tiempo, y fueron viviendo el proceso con dudas y asombro. Compartieron, ayudaron a sus compañeros, descubrieron que pueden y que no están solos”, expresó Avellaneda al reflexionar sobre la experiencia.

Las esculturas, fruto del trabajo conjunto de veinte jóvenes, se completaron el pasado viernes 17. Durante la ceremonia, los participantes mostraron emociones encontradas, desde la alegría hasta las lágrimas, al ver sus obras finalizadas y bendecidas. “Fue una experiencia hermosa con cada uno de ellos”, destacó Avellaneda, quien también agradeció la oportunidad de acompañar a los chicos en este viaje. “Me llevo el asombro y la alegría en sus rostros, el llanto de algunos y la satisfacción de haber cumplido aportando mi granito de arena”.

Al concluir el taller, Avellaneda dedicó un mensaje de esperanza a los participantes: “Dios guíe los pasos de cada uno, para cambiar sus vidas y volver a ser libres, sanar sus heridas y encontrar la luz, el amor y la fe en Cristo”.

El padre Pepe, reconocido por su labor pastoral en las villas y por su trabajo con los sectores más vulnerables, destacó el simbolismo de estas esculturas como un testimonio de fe y superación. “Estas imágenes no solo representan a la Virgen, sino también el esfuerzo y el compromiso de estos jóvenes por construir un futuro mejor”, afirmó.

El evento marcó un hito en la vida de los participantes, quienes encontraron en el arte una forma de expresión, sanación y renovación espiritual. Este proyecto simboliza la esperanza y el poder de la fe como motor para transformar realidades.