Dardo del Valle Gómez coplero del ser ahí

(Aporte para una comprensión del ser americano)

“La copla es filosofía,

es del pueblo su saber.

Anda con sed de verdad,

la busca para beber…”

“La experiencia humana solo es posible a partir de la certeza incuestionable del mundo.” Edmund Husserl 

Gracias a este autor hemos aprendido de nuevo no sólo a comprender el sentido de toda genuina empiría filosófica, sino a manejar el instrumento necesario para practicarla. Y como Martin Heidegger expresa: “El horizonte más cercano tiene que quedar preparado para la analítica del “Ser-ahí” está en la cotidianidad.” –Ser y Tiempo op. Cit , p 50

El tiempo es vida vivida,

el tiempo es eternidad

El tiempo es el día, la luz,

la noche y la oscuridad.

Podemos afirmar que en la correlación “hombre-mundo” existe un concepto de intencionalidad: “la conciencia de un objeto implica al mismo tiempo la conciencia del horizonte de donación del objeto mismo”, un “contexto dentro del cual se halla situado”.  Donde la experiencia se materializa encarnada- apropiada como acción del mundo de la vida.

Este horizonte implica tiempo pues el contexto de un objeto es un contexto temporal.

Y este contexto es formado por experiencia pasadas retenidas y experiencias futuras anticipadas.

El hombre hiere la tierra

con la reja del arado.

La tierra devuelve en frutos

todo el dolor que le ha dado.

Dirá Husserl en este sentido: “el mundo de la vida es el mundo de la experiencia sensible que viene dado de antemano como evidencia incuestionable”, toda la vida mental se alimenta de ella tanto la “a-científica” como la “científica”.

Y la experiencia de este mundo de la vida no se reduce a la experiencia sensible.  

Toda experiencia es una “infraestructura de sentido”, conjunto de significaciones valorativas, estéticas, éticas, etc. que fundan “el mundo de la vida” logrando así que lo experimentado sea más rico que el contenido efectivamente presente.      

El rico es pobre con mucho

y sueña con tener más.

El pobre es rico con poco

y le sobra para dar.

Podemos decir entonces que la copla parda (sabiduría oral) resguarda normas de la experiencia del mundo que están presentes también en el flujo de los fenómenos (lenguaje y experiencia son verdades idénticas).

Puede considerarse que la experiencia de la copla parda ha emergido lógicamente del campo pre- epistémico y se ha configurado en una experiencia del logos universal. 

Este logos que está en los fenómenos del mundo sensible y que es captada por analogía experiencial con el lenguaje (logos oral del flujo fenoménico presente en este modelo de habla).

Este pensar del mundo fenoménico está presente en un sujeto consiente de la realidad que fluye fecundada de una verdad universal.

“Yo vengo de monte adentro,

y monte a dentro me voy.

Aquí les dejos estas coplas,

otro a’í decir si no estoy…”

Así el habla de la tierra (Ashpap rimaynin) de la copla parda vincula la experiencia del logos universal con la necesidad del hombre natural de concretar una “expresión del lenguaje” (superación del silencio), evidenciando una captación del acontecer fenoménico del mundo.

El hombre en esta postura encuentra un “logos” que lo enfrenta en ese decir con una “teoría del conocimiento encarnado”, ese decir lógico de la experiencia oral de habla (palabra expresada), se transforma en una razón de su lenguaje (acto comunicativo).  

Es decir, que una razonabilidad lógica de la experiencia fenoménica del mundo (lógico) opera en el saber oral con posibilidad de conocimiento trasmisible en una comunidad, en el mundo de la vida.

Transformando la simple repetición de hechos en una “Cotidianidad trascendental histórica”, en un pensamiento encarnado en normas.
 Donde la oralidad de la copla parda se manifiesta en la tradición como la poseedora de una Infraestructura de sentido popular, social o intelectual.

Dardo del Valle Gómez(h) *Extracto