Un tesoro musical para Bandera: Arquitecta Cristina Forno de Mo dona histórico piano al Centro Cultural
La logística de la donación fue posible gracias a la colaboración entre Guillermo Novara y el Intendente de la ciudad,
El Centro Cultural Bandera (CCB) celebra una emocionante adición a su patrimonio cultural: la donación de un valioso piano que enriquecerá las actividades artísticas y educativas del espacio. La generosa contribución fue realizada por la reconocida arquitecta Cristina Forno de Mo, quien, en una emotiva entrevista con la emisora San Francisco, compartió los detalles y la profunda historia detrás de este obsequio.
Cristina Forno de Mo, conocida afectuosamente en Bandera como la esposa del contador «Pincho» Mo y ex profesora en el colegio secundario, expresó la alegría de su familia al realizar esta donación. «Fue idea de mi esposo, de Omar Mo, y a mí me encantó la idea. Inmediatamente dije que sí», comentó la arquitecta, añadiendo que sus hijos y nietos también apoyaron con entusiasmo la decisión de que el piano encontrara su nuevo hogar en Bandera.
La logística de la donación fue posible gracias a la colaboración entre Guillermo Novara y el Intendente de la ciudad, quienes se encargaron del traslado del instrumento. «Entre ambos se ocuparon de llevarlo y que esté ahí, que es maravilloso. A nosotros nos da placer y nos ayuda muchísimo saber que está ahí», afirmó Forno de Mo.
El piano no es solo un instrumento musical; es un portador de historias. Cristina relató su llegada a Bandera en el año 1980, recién casada y como maestra de piano. En aquel entonces, surgió la ilusión de recibir un piano donado para la escuela N°29 (hoy N°751) por la familia del Teniente General Juan Carlos Sánchez, un sueño que, por razones desconocidas, nunca se concretó. «Para mí es cumplir algo que entonces, en Bandera, era un sueño», confesó.
El piano donado ahora al CCB tiene una historia aún más fascinante. Adquirido por Cristina ya usado en Santa Fe, se estima que llegó a Argentina desde Europa, posiblemente desde Polonia, alrededor del año 1900. «Es un pianito que tiene sus gajes porque ha sido construido con una madera especial, con las características que hacían no la industria, sino la artesanía de aquellos años. Ese es el valor del piano», explicó la arquitecta.





