Miles de peregrinos celebran a San Gil en Sacha Pozo, una tradición santiagueña que se mantiene por generaciones
Una multitud de fieles se congregó una vez más en Sacha Pozo para rendir homenaje a San Gil, en una de las fiestas religiosas más arraigadas de la provincia. La devoción, que cada año convoca a peregrinos de distintos puntos de Santiago del Estero y del país, es mantenida por la familia Hoyos de Cobacho, histórica custodia de la venerada imagen.
La festividad central se celebra cada 1 de septiembre, fecha en la que la jornada comienza al amanecer con fuegos artificiales. La casa de la familia Hoyos de Cobacho se transforma en un espacio de peregrinación, oración y feria popular, donde se ofrecen productos artesanales, comidas típicas y expresiones culturales propias de la región.
Por la tarde, a las cuatro, se desarrolla la misa principal en honor a San Gil, seguida de una breve procesión que reúne a miles de devotos. El clima festivo se extiende hasta el día siguiente, combinando lo religioso con lo popular en un encuentro que refuerza la identidad santiagueña.
Una historia de fe que perdura
El origen de esta tradición se remonta a siglos atrás, cuando el ermitaño Juan Gil Gutiérrez entregó la imagen de San Gil a Crisóstomo Hoyos, antepasado de la actual familia guardiana. Desde entonces, la devoción se transmitió de generación en generación, convirtiéndose en un legado cultural y espiritual que crece con el tiempo.
San Gil, conocido como el “Abogado de los Pecadores” y “Protector de los Pobres”, es considerado un intercesor milagroso. Muchos peregrinos llegan hasta Sacha Pozo para agradecer promesas cumplidas o pedir favores, reforzando el carácter místico y popular de la festividad.
La peregrinación previa
La celebración está precedida por un intenso calendario de fe. El 24 de agosto se realiza en la morada de los Hoyos el tradicional “Velatorio del Santo”, al que asisten cientos de fieles. Al día siguiente, comienza una caminata de 40 kilómetros rumbo a la parroquia San Francisco, trayecto que combina esfuerzo físico con profundo fervor religioso. Finalmente, el 26 de agosto, la imagen retorna a Sacha Pozo, marcando el inicio de la cuenta regresiva hacia la gran fiesta del 1 de septiembre.
Un símbolo de identidad santiagueña
La fiesta de San Gil en Sacha Pozo es hoy una de las expresiones religiosas más importantes del calendario provincial. Su capacidad de reunir a miles de personas alrededor de la fe, la tradición y la cultura popular la convierte en un verdadero patrimonio vivo, que refuerza los lazos comunitarios y mantiene intacto el legado transmitido por generaciones.
Creado:
1 septiembre, 2025