Un cálido recibimiento en Suncho Corral: La generosidad santiagueña en su máxima expresión

En Suncho Corral, Santiago del Estero, un ciclista llamado Juan Jose Gelis se encontró con una grata sorpresa que dejó marcada una huella imborrable en su memoria. Llegando después de un agotador viaje contra el viento que duró casi cuatro horas, el aventurero decidió hacer una parada en la única estación de servicio del pueblo, una YPF local.

Al entrar en el establecimiento, Tomás, quien atendía el lugar, se acercó con una sonrisa amigable y una disposición sorprendentemente generosa. Sin dudar, le permitió al ciclista armar su carpa en el lugar de su elección, incluso ofreciendo un espacio techado para mayor comodidad. Pero las atenciones no terminaron allí.

Mientras esperaba su hamburguesa con papas fritas, el ciclista recibió un gesto inesperado de solidaridad por parte de la comunidad de Suncho Corral. Tomás regresó a la mesa para devolverle el dinero que había pagado por su comida, explicando que la Municipalidad de Suncho Corral se haría cargo de los gastos del ciclista.

Sorprendido y agradecido, el ciclista aprovechó la oportunidad para tomarse un café y disfrutar del cálido espíritu de hospitalidad que encontró en este rincón de Santiago del Estero. Este acto de generosidad no solo dejó una huella en el corazón del viajero, sino que también refleja la bondad y la amabilidad arraigadas en la comunidad santiagueña.

Este relato resalta cómo en un mundo a menudo ocupado y apresurado, aún existen lugares donde la solidaridad y la amabilidad desinteresadas prevalecen. Suncho Corral y su gente han demostrado que la verdadera riqueza de una comunidad se mide en la forma en que trata a los extraños, haciendo de este rincón de Santiago del Estero un ejemplo a seguir en términos de hospitalidad y calidez humana.