Una carta dio esperanza al ex combatiente Manuel Linch
La Estación Experimental Agropecuaria Quimilí tiene entre sus técnicos a Manuel Linch, quien sumó su vida a la Gesta de Malvinas. En él queremos recordar a todos los ex combatientes de Malvinas, algunos de los cuales cumplen funciones laborales en el INTA, en diferentes puntos del país.
Con 20 años recién cumplidos y con algunos pocos meses de instrucción militar en la Escuela de Aviación de Córdoba, Manuel Linch fue uno de los 10 soldados añatuyenses que estuvo en el campo de batalla en las Islas Malvinas, durante el conflicto iniciado el 2 de abril de 1982.
Poder volver para contar su historia en parte fue gracias al gran acompañamiento que tuvieron del pueblo argentino. “No había tantas redes y medios de comunicación pero nos sentíamos acompañados porque desde las escuelas los alumnos nos mandaban cartas dirigidas para cada soldado. El encabezado decía “A un soldado argentino” y eso te daba mucha fuerza porque al ser tan chicos los que las escribían te levantaba la moral.
Nosotros estábamos limitados en todo sentido: teníamos frío, el equipo no era el adecuado, nuestros pies siempre estaban mojados, la comida no era suficiente y quizás en momentos normales una carta no se valora pero en las condiciones en las que estábamos nosotros nos levantaba el ánimo. Además se había creado el fondo patriótico y las personas aquí donaban joyas y recuerdo que mi abuela había entregado aros de oro para destinarlos a nuestra ayuda. También te hacía sentir el amor del pueblo argentino que participaba activamente de es amanera, nos tejían abrigos para nosotros y así nos abrigaban”, contó.
“Mi idea era guardar una carta que recibí y que me impactó fue un poema de Almafuerte que decía “no te des por vencido ni aun vencido”. Esa frase me hizo llenar de esperanza y ayudó a seguir adelante, a pesar de no saber si volvía con vida o no por la difícil situación que pasamos en la batalla. Lamentablemente fuimos requisados todos y nos sacaron todas las pertenencias los soldados ingleses al subir a un buque en la Bahía San Carlos, para volver al país y por eso no pude retenerla”. Según sus recuerdos la jovencita que le escribió se llamaba Silvia Lecouna pero nunca pudo dar con esa persona.
Consultado sobre la batalla que libra el pueblo argentino ante la pandemia por coronavirus Manuel se animó a trazar un paralelismo: “Esto nos tiene que mantener unidos y cada uno ser responsable. Es una batalla totalmente diferente a la nuestra en su momento. Este es un enemigo invisible que complica mucho más. En las Islas teníamos la posibilidad de saber porque había un radar que detectaba, un avión que volaba, antiaéreas y armamento para contener los ataques. Aquí solo sabemos que la única defensa es cumplir la cuarentena y adoptar las medidas de salud que nos indican y esperar que pasé pronto esto porque al aislamiento le sumamos que no se puede trabajar y eso afecta mucho la salud”.
Manuel agradeció las muestras de afectos y saludos que recibe permanentemente por ser uno los argentinos que defendió con su vida las Islas.
Creado:
2 abril, 2020