“Hay que ser selectivos con la información que consumimos día a día”

El pasado domingo, las autoridades nacionales decidieron la continuidad del aislamiento social preventivo y obligatorio hasta el 12 de abril. Sin dudas esa decisión suma más desafíos para cada ciudadano, especialmente porque está impedida de realizar sus actividades habituales fuera del hogar por lo tanto ello implica atender la salud emocional para tratar de sortear positivamente este tiempo.

Sur Santiagueño consultó al Licenciado en Psicología Kevin Pajuelo sobre algunas herramientas para sobrellevar el aislamiento de manera positiva.

“Es totalmente clave darle importancia a la salud emocional. En este tiempo hablamos mucho de salud física, biológica y de economía, pero también es bueno dedicar unos minutos para atender la salud mental en este contexto”, señaló en primer lugar.

Para el profesional términos como ansiedad, miedo, pánico y malas decisiones están muy relacionadas con la sobreinformación. “Ambos extremos son perjudiciales en el sentido de que a veces estamos desinformados y a veces sobre informados. Hay que tratar de ser selectivos con la información que consumimos día a día para que eso nos afecte lo menos posible la salud emocional. A pesar de ello, considero que los niveles de ansiedad son comunes en este periodo. Mucha gente tiene miedo y el exceso de miedo genera pánico y el estado de pánico podría generar la duda en el juicio. Muchas veces las personas pierden la noción de racionalizar su pensamiento y en función de ello tomar buenas decisiones.  Muchas veces eso pasa por la información que consumimos. Hay que ser selectivos con la información que recibimos de los medios de comunicación”.

Consultado sobre como transitar positivamente el período de aislamiento, el profesional indicó: “Cuanto más tiempo estemos conectados a dispositivos digitales como radio, TV, celulares y otros perdemos tiempo útil para dedicarnos a otras cosas más valiosas. Una de las mejores formas de no estar tan expuestos a esta sobreinformación es ocupar este tiempo dedicándonos a actividades que hemos venido postergando por mala organización o “falta de tiempo”, valga la redundancia. Es una buena etapa para que podamos concretar aquellas cosas que venimos dejando de lado durante mucho tiempo y es tiempo que dedicamos a nosotros, a compartir con otras personas, al ocio o placer individual también. Ese es tiempo que le estamos quitando a esta exposición a los medios masivos de comunicación”.

El aislamiento social se presenta como propicio para equilibrar entre los vínculos interpersonales y lo individual. “He escuchado a muchas personas hacer hincapié en que este es un tiempo para para aprovecharlos compartiendo con las personas con las cuales estamos las 24 horas del día bajo el mismo techo, lo cual coincido, pero es un error pensar que solamente hay que dedicarlo a compartir con ellos. Es un tiempo para aprovechar y realizar las actividades individuales y son aquellas cuestiones que por distintos motivos las venimos postergando y que tienen que ver con mi satisfacción personal e individual”.

Para el profesional este tiempo puede ser positivo si generamos reestructuramos la organización de la familia en el hogar. “Esta situación nos lleva a reestructurar la forma en que la familia estaba organizada cotidianamente. Los chicos no están en la escuela y los adultos ya no asisten al trabajo, salvo aquellos que desempeñan actividades esenciales. Esto lleva a que la gran mayoría del tiempo estemos expuestos a interactuar y compartir gran parte del día. Los niños se aburren, los adultos a veces tenemos que llenarnos de paciencia para poder acompañarlos y esto implica organizar en primer lugar las actividades que debemos hacer dentro de casa. Esto lleva a una rutina porque es un error pensar que dejamos de tener una rutina.  Hay que tratar de generar espacios de organización que les permitan a los niños y a los adultos tener una distribución dentro del hogar, lo cual nos implica tener que gestionar tiempos de trabajo actividades compartidas, acciones segmentadas que lleven a que cada uno se dedique a algo particular dentro de la casa para que todos podamos ayudarnos”.

Finalmente expresó que “El contexto actual puede hacernos bien, pero si no lo sabemos aprovechar puede hacernos mal. Es un tiempo en el cual estamos 24 horas del día físicamente presentes y somos las personas las que decidimos como disponer de ese tiempo. Puedo estar las 24 horas del día físicamente presente en casa, pero si no hago nada con mi pareja o mis hijos podría generar conflictos. Va a ser productivo en tanto y en cuanto los adultos sepamos aprovechar el tiempo y seamos creativos a la hora de tratar de hacer productivo y fructífero con el tiempo para compartir y es importante también comunicarnos, aprovechar este espacio para crear dimensiones de comunicación con todos los que integramos el seno familiar”.