«Adiós al Maestro» Córdoba despide al santiagueño Luis Galván, símbolo de Talleres y campeón del mundo
La familia ha informado que el velatorio se realizo noche desde las 20 hs en la Sala Caruso de calle 27 de abril. Este martes 6 entre las 12 y las 15 h se instalará la capilla ardiente en el Estadio La Boutique en barrio Jardín Espinosa para que la familia albiazul pueda compartir el último adiós al Maestro en el Místico Estadio de la Ciudad.
La ciudad de Córdoba despidió este martes con honores a uno de los grandes ídolos del fútbol argentino y orgullo de Santiago del Estero: Luis Adolfo Galván. El “Maestro”, como lo apodaban en barrio Jardín, falleció este lunes a los 77 años tras una dura batalla contra una infección renal, y fue homenajeado por el Club Talleres, donde escribió algunas de las páginas más gloriosas de su carrera. El adiós se dio en La Boutique, su casa futbolística durante casi dos décadas.
Nacido en Fernández, corazón de la provincia santiagueña, Galván supo desde niño lo que era luchar. Enfrentó la adversidad del Mal de Chagas en su infancia y luego, con apenas 1,68 metros, se ganó un lugar entre los gigantes del fútbol nacional. Su camino fue de sacrificio y perseverancia: tras peregrinar por clubes de Córdoba sin suerte, fue gracias al impulso del dirigente Italo Pauletti que encontró su oportunidad en Talleres. A partir de 1970, forjó allí una carrera que lo convirtió en leyenda.
Jugó 502 partidos con la camiseta albiazul, siendo el jugador que más veces la vistió en la historia del club. En paralelo, su solidez defensiva lo llevó a la Selección Argentina, con la que se consagró campeón mundial en 1978, formando una histórica dupla central con Daniel Passarella. En la final contra Holanda, su actuación fue calificada como perfecta por los principales medios del país.
Lejos del brillo mediático de Buenos Aires, Galván eligió quedarse en Córdoba, comprometido con su equipo y sus raíces. Trabajó incluso como operario en Fiat, mientras era titular en el equipo sensación de la “T”. Fue testigo y protagonista de una época dorada del club, liderada por Amadeo Nuccetelli, y construyó un legado basado en humildad, entrega y fidelidad.
La despedida en La Boutique fue emotiva y austera, como fue su vida. Compañeros, dirigentes, hinchas y exjugadores lo homenajearon en el estadio que lo vio crecer, brillar y retirarse, en mayo de 1988, con 40 años.
Luis Galván no solo representa el orgullo de Talleres o de la selección argentina. Representa, ante todo, el temple del santiagueño que, sin alardes, llegó a la cima del fútbol mundial sin olvidar jamás su tierra ni su gente.
