La jerarquía de Boca Juniors le permitió ganar una nueva Copa Argentina
Santiago del Estero, fue sede de una nueva final de la Copa Argentina, en un estadio imponente por su arquitectura enclavado a orillas del río dulce y del Puente Carretero, que conecta con la ciudad de la Banda. Todos ellos, fueron testigos del encuentro decisivo entre Talleres de Córdoba frente a Boca Juniors.
En un primer tiempo friccionado, sin pocas luces. Podemos decir que, toda final se juega a dientes apretados sin tanto fútbol. En medio de ese contexto, Talleres obtuvo las chances de mayor peligro. Primero, a los 7 minutos del primer tiempo, tras un centro sobre el sector derecho del conjunto cordobés, el balón llegó hasta la posición de Rafael Díaz. Su remate terminó pegando en el cuerpo de Luis Advíncula.
Un rato más tarde, al minuto 24 de ese mismo período, Carlos Auzqui le pegó al arco y Agustín Rossi, el uno de Boca, despejó cualquier peligro de gol. Hasta ese momento, el Xeneize fue inconexo, su motor de generación de fútbol, Edwin Cardona, no daba señales de funcionamiento.
El equipo de Alexander Medina, sin ser tan punzante, fue el que estuvo mas cerca del gol. Tan cerca, cómo a los 41 del primer tiempo, Diego Valoyes le pegó al arco y la pelota picó antes que la tomará el arquero de Boca y casi terminó en el primer grito de gol del juego.
Esto fue todo, así terminaron los 45 minutos iniciales. Partido apretado, sin un dominador claro. Pero la T, terminó con algo mas de merito a cambio de lo que mostraron los dirigidos de Sebastián Battaglia.
La segunda parte arrancó sin cambiar el libreto, mas disputado que desarrollo de buen juego. Salvo alguna aproximación que aportó Boca a los 11 y a los 12 minutos del completo . De las cuales participaron, Edwin Cardona y Frank Fabra. Ante lo poco que ofreció el equipo Xeneize, a los 20 minutos de la etapa final, Juan Ramírez se fue expulsado.
Talleres de Córdoba, se anotó en la parte de cierre, el “Rayo” Héctor Fértoli, quien ingresó por Carlos Auzqui, no logró conectar de forma correcta un centro que cayó sobre el sector izquierdo. Mirando a la popular de la 12. No sucedió nada más, en una final deslucida que se definió desde el punto del penal. Y en ese rubro, el que estuvo más fino, fue el equipo “Azul y Oro”. Pero todo el color, lo pusieron ambas parcialidades que colmaron el estadio. Amén de que la fiesta se fue para el barrio de la Boca. Este título para el equipo de Battaglia le significa un aliciente ante un momento no tan vistoso en el plano futbolístico.
Creado:
8 diciembre, 2021