Estudiantes de un colegio privado de Santiago del Estero son denunciados por crear y difundir imágenes falsas de sus compañeras
"Inteligencia Artificial: La nueva herramienta para acosar"
La Inteligencia Artificial al Servicio del Acoso
Un nuevo caso de ciberacoso escolar ha conmocionado a la ciudad de Santiago del Estero. Tres estudiantes de un reconocido colegio privado habrían utilizado inteligencia artificial para generar imágenes falsas de sus compañeras, en las que sus rostros fueron superpuestos sobre cuerpos desnudos. Estas imágenes fueron posteriormente difundidas entre sus pares, generando un profundo daño emocional en las víctimas.
La denuncia fue radicada por el abogado Javier Leiva ante la fiscal Celia Mussi. Según la denuncia, los hechos podrían configurar diversos delitos, entre ellos, producción y difusión de material de abuso sexual infantil, coacción, injurias y violación de la intimidad.
Un patrón preocupante
Este no es el primer caso de este tipo en la provincia. A fines de septiembre, se registró un episodio similar en otro colegio privado, donde estudiantes utilizaron la misma técnica para acosar a sus compañeras. Ambos casos evidencian un preocupante uso de la tecnología por parte de adolescentes con fines perversos.
El rol de las instituciones educativas
Estos hechos ponen de manifiesto la necesidad de que las instituciones educativas refuercen las acciones de prevención y concientización sobre el uso responsable de las tecnologías. Asimismo, es fundamental que las escuelas cuenten con protocolos claros para abordar situaciones de ciberacoso y brindar el apoyo necesario a las víctimas.
El desafío de la justicia
La investigación de estos casos presenta desafíos particulares, ya que involucra el uso de herramientas tecnológicas cada vez más sofisticadas. Los fiscales deberán trabajar en conjunto con peritos informáticos para rastrear el origen de las imágenes y determinar la responsabilidad de los involucrados.
El impacto en las víctimas
Las consecuencias de este tipo de acciones pueden ser devastadoras para las víctimas, quienes sufren un daño emocional y psicológico significativo. Además, la difusión de estas imágenes puede tener un impacto duradero en su reputación y en sus relaciones sociales.
