Concientización sobre los peligros de recurrir a curanderos: una tragedia evitable

La reciente liberación de una madre que llevó a su bebé de cinco meses a una curandera, en lugar de buscar atención médica adecuada, deja una lección dolorosa que no debe pasar desapercibida. La pequeña ingresó sin vida al Centro de Salud de Banda, y según la autopsia, falleció por una neumonía aguda que no fue tratada de forma correcta. Este trágico desenlace pone en evidencia los peligros de confiar en prácticas no médicas cuando se trata de la salud, especialmente la de los niños.

El caso revela que desde el viernes, la madre había notado síntomas en su hija, pero optó por llevarla a una curandera en lugar de acudir a un centro médico. La curandera sugirió que la pequeña tenía “ojeo” y, al notar que tenía la garganta irritada, le recomendó paracetamol. El domingo, la bebé ya no reaccionaba y, aunque fue llevada al hospital, llegó sin vida.

Este hecho expone la necesidad urgente de tomar conciencia sobre la importancia de buscar atención médica profesional y no confiar en remedios caseros o prácticas no comprobadas científicamente, especialmente ante síntomas graves como los que presentaba esta bebé.

Es comprensible que en algunas comunidades existan creencias arraigadas en cuanto a la curandería o remedios populares. Sin embargo, cuando se trata de la salud y la vida, el acceso a un diagnóstico y tratamiento adecuados es vital. Las enfermedades como la neumonía, que pueden parecer comunes, son extremadamente peligrosas si no se tratan a tiempo, sobre todo en bebés que son más vulnerables a complicaciones.

El dolor de una madre que ha perdido a su hija no puede revertirse, pero este caso puede servir de advertencia para otras familias. Acudir a profesionales de la salud ante cualquier síntoma grave puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte. Las creencias populares no deben reemplazar la medicina, y es responsabilidad de todos difundir este mensaje para evitar más tragedias como esta.

La comunidad, las autoridades y los medios de comunicación tienen un rol fundamental en promover la educación y el acceso a la salud para prevenir que casos similares vuelvan a ocurrir. La prevención y el conocimiento son claves para salvar vidas.