Éxito y descontento en la sexta noche de Cosquín: Ovación para Peteco Carabajal y malestar con el Chaqueño Palavecino
La sexta noche de la 49 edición del Festival Nacional de Folklore de Cosquín se vio marcada por momentos de euforia y descontento, destacándose la ovación recibida por el reconocido cantautor santiagueño, Peteco Carabajal, y el malestar generado por la actuación más breve de lo habitual del Chaqueño Palavecino, acompañado de cierta tensión con la comisión municipal de Folclore.
Peteco Carabajal enciende la «salamanca» santiagueña
Peteco Carabajal, con su característico repertorio de chacareras, zambas y escondidos, cautivó al público coscoino durante la sexta noche del festival. Acompañado por su hábil banda, que incluye a su hijo Homero Carabajal y su hermano Demi, el cantautor santiagueño ofreció una actuación memorable. Poniendo especial énfasis en su último disco, «Aldeas», Peteco mezcló nuevas composiciones con clásicos como «Soy santiagueño, soy chacarera», «Bajo la sombra de un árbol» y «El embrujo de mi tierra». El cierre, cerca de las 5 de la madrugada, fue emocionante con temas como «La estrella azul» y «Entre a mi pago sin golpear».
Chaqueño Palavecino y el descontento con la comisión municipal
Aunque cumplió con su actuación, el Chaqueño Palavecino no logró extender su presentación como en otras ocasiones, generando cierto malestar entre los asistentes. Además, la relación con la comisión municipal de Folclore dejó un sabor amargo en la noche coscoina. A pesar de estos inconvenientes, el Chaqueño logró dejar su marca con temas emblemáticos y su distintivo estilo.
Roxana Carabajal sorprende y silencia a la plaza
La noche también contó con la participación de Roxana Carabajal, quien subió al escenario después del Chaqueño. A pesar de cierta resistencia inicial por parte del público, Roxana conquistó con su impecable actuación y puesta en escena, logrando silenciar la plaza. Temas como «Escondido de la alabanza» y «Viejas promesas» resaltaron en su destacado recital.
En resumen, la sexta noche en Cosquín fue una mezcla de emociones, desde la ovación a Peteco Carabajal hasta el descontento con la actuación más breve del Chaqueño Palavecino. La diversidad de artistas y estilos musicales sigue siendo el sello distintivo de este prestigioso festival de folklore.
