Central Córdoba hace historia con coraje y humildad en la Copa Libertadores
Central Córdoba de Santiago del Estero volvió a escribir una página dorada en su corta pero intensa historia internacional. En el Estadio Madre de Ciudades, el equipo dirigido por Omar De Felippe empató 1 a 1 frente a Flamengo, uno de los gigantes del continente, y quedó en la cima del Grupo C de la Copa Libertadores, compartiendo liderato con Liga de Quito. El resultado, más allá de lo numérico, refleja el crecimiento y la personalidad de un equipo que se animó a soñar en grande.
Con emoción contenida, el entrenador no escatimó elogios para sus dirigidos: “Las sensaciones son las mejores. Haber jugado contra este equipo y quedarnos con 4 puntos de 6 es una barbaridad para Central Córdoba. Fue un esfuerzo enorme, lo sabíamos. Pusimos el corazón y por momentos lo jugamos muy bien”.
Y es que el Ferroviario mostró carácter y temple. A pesar de comenzar en desventaja, nunca perdió el orden ni la convicción. Supo aguantar los embates del equipo brasileño y encontró en el ingreso de Verón el empuje necesario para igualar el marcador, con un rendimiento colectivo que dejó una imagen positiva.
“Pudimos haberlo ganado, pudimos haberlo perdido, esta es la realidad. Pero estos partidos se juegan con intensidad. Los chicos estuvieron a la altura”, destacó De Felippe, dejando en claro que más allá del resultado, el equipo compitió de igual a igual frente a uno de los favoritos al título.
En su primera participación en Copa Libertadores, Central Córdoba no solo ha sorprendido a propios y extraños, sino que también se ha ganado el respeto del continente. “Nos sentimos cómodos jugando esta copa. Claro que cometemos errores o imprecisiones, pero la idea es seguir trabajando para estar a la altura de estos rivales. El espíritu de este equipo es muy bueno”, reflexionó el DT.
El crecimiento del club santiagueño no es casual. Con humildad, esfuerzo y trabajo en equipo, Central Córdoba ha sabido construir un proyecto serio y ambicioso. “Nos pone muy contentos que se hable de Central Córdoba. Muchos equipos quisieran estar en este lugar. Nosotros lo estamos disfrutando, y eso hay que tomarlo con conciencia”, afirmó De Felippe.
Sin dejarse llevar por la polémica del penal no cobrado, el técnico fue claro: el foco está en el rendimiento del equipo y en sostener el nivel en medio de una exigente doble competencia. “No se regaló nada. Escuché que dijeron que regalamos el partido con Banfield, pero no fue así. Hoy estamos terceros en el grupo y peleando por clasificar en Libertadores. No nos equivocamos”.
Central Córdoba está haciendo historia. Y lo está haciendo con los valores que lo identifican: esfuerzo, humildad, trabajo colectivo y una entrega que emociona. La ilusión en Santiago del Estero está más viva que nunca.
