Nutritivo y sabroso: producción de alimentos en base a harina de algarroba
El pasado jueves 15, la reconocida emprendedora santiagueña Nancy Campos, se trasladó hasta El Hoyo, para compartir toda su experiencia en la producción de alimentos con harina de algarroba (alfajores, galletitas, bizcochuelo y bombones).
Dueñas de un bagaje cultural que las desafía a un mejor futuro, jóvenes mujeres de los parajes Elsita, El Hoyo y Tituyo (en el Oeste del departamento Moreno, Santiago del Estero) decidieron unir esfuerzos, momentos y espacios de participación para ser parte del proyecto “Manos jóvenes aprovechando frutos del monte nativo Santiagueño”, acompañadas por INTA Quimilí. Trabajan desde hace seis meses para recuperar saberes ancestrales sobre la utilización de frutos del monte, en especial la algarroba, para la fabricación de alimentos artesanales, nutritivos y de alta calidad y es en esta línea en la que se capacitan para desarrollar su emprendimiento.
El pasado jueves 15, la reconocida emprendedora santiagueña Nancy Campos, se trasladó hasta El Hoyo, para compartir toda su experiencia en la producción de alimentos con harina de algarroba (alfajores, galletitas, bizcochuelo y bombones) y expresó: “Estar rodeados de tanta vegetación, de tanta gente linda, especialmente de mujeres emprendedoras que están apostando a los recursos de la zona es muy lindo. Es hora de aprovechar la riqueza que tenemos y no tener vergüenza del olor a algarroba sino de apropiarnos de esos recursos y cuidar el árbol. Noto a las mujeres de El Hoyo entusiasmadas y comprometidas. Me parece de excelente calidad la harina que ellas están produciendo”.
Sobre el taller dictado contó que “Hemos tratado de enriquecer otras harinas haciendo panificados y bombones de algarroba. Que la gente se enamore de esto que es nuestro y que en lugar de tirar el árbol para leña o muebles podemos utilizarlo para la alimentación como proponemos. El árbol de algarroba tiene muchas bondades y en eso hemos trabajado aquí”, contó Nancy Campos.
El ingeniero Javier Reinaldi, quien desde la AER Quimilí acompaña al grupo expresó que “el proyecto apunta a generar ingresos, recuperando sus saberes, para quienes son madres, estudian y decidieron seguir viviendo en el mismo lugar. Pudimos comprar la maquinaria y vamos haciendo la experiencia del uso de la máquina moledora, reemplazando el mortero que mejora la eficiencia de la producción. Ahora irán por nuevos desafíos como poder acopiar algarroba porque es la parte más importante para la continuidad del proyecto a futuro”.
Isolina Bustamante es una de las participantes del proyecto y fue en su casa donde se desarrolló el taller. “Me siento orgullosa de lo que venimos haciendo. Fabricamos harina de algarroba y ahora seguimos aprendiendo a darle utilidad a la harina. Hay muchas posibilidades de vender estos productos, pero además destacó que es lindo participar”.
Micaela es una de las más chicas del grupo. “Si bien venimos trabajando juntas hace unos meses solo habíamos logrado producir la harina que pudimos vender. Luego, cuando terminamos la harina iniciamos la experiencia de hacer harina de maíz tostado. Ahora nos capacitamos para aprender a hacer galletitas, alfajores, bizcochuelo y otras cosas ricas usando la harina de algarroba”.
“Ellas sienten motivación por continuar y visualizan que necesitan organización y el trabajo grupal con acuerdos y compromisos y habrá que ir más allá de la producción de la harina, sino también explorar en la incorporación de valor agregado y la comercialización”, explicó el ingeniero Javier Reinaldi.
Creado:
27 septiembre, 2021