Las bellezas del Norte Argentino

Con una geografía de notables contrastes, el Norte abarca la aridez de la Puna, la exuberante selva de las Yungas, las planicies santiagueñas casi a nivel del mar y los más de 6.800 metros de la Cordillera de los Andes, entre otros paisajes maravillosos.

Santiago del Estero y Tucumán

Un pasado de culturas ancestrales forma parte de la identidad de Santiago del Estero. Su música y su danza perduran, trasmitidas de generación en generación. La capital provincial es la ciudad más antigua del país, fundada por los españoles a mediados del siglo XVI. Su Catedral Basílica es Monumento Histórico Nacional. A 67 kilómetros de allí, Las Termas de Río Hondo cuenta entre los principales atractivos de su territorio y son consideradas entre los principales centros termales de América Latina.

Por su parte, la provincia de Tucumán es dueña de un encanto natural, con paisajes asombrosos de llanuras y altos cerros con vegetación exuberante. También sorprenden pueblos de singular encanto, como Tafí del Valle o Amaicha del Valle. La Ciudad Sagrada de Quilmes se encuentra entre sus sitios arqueológicos de pueblos originarios. La Ruta del Artesano y la Ruta del Vino forman parte de sus atractivos, así como la posibilidad de adentrarse en la historia, conociendo lugares donde los criollos forjaron la acción libertadora y la independencia nacional.

Jujuy y Salta

Declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO, la Quebrada de Humahuaca, en Jujuy, es uno de sus principales atractivos. La provincia es además un lugar donde tomar contacto directo con tradiciones ancestrales y ver cómo se desarrolla la vida en pueblos como Purmamarca, al pie del Cerro de los Siete Colores, o en Tilcara, con su famoso Pucará. Además, la Puna jujeña lleva al viajero por desolados escenarios naturales en un ascenso de más de 4 mil metros de altura por la Cuesta de Lipán, para llegar a las Salinas Grandes, nueva maravilla natural de Argentina. En Las Yungas, irrumpe una selva en altura con un atractivo singular, el Parque Nacional Calilegua.

Salta, con su capital en el Valle de Lerma y al pie del cerro San Bernardo, propone un recorrido por sus calles y su arquitectura de estilo colonial tan encantadoras como sus tradicionales peñas folclóricas. También es posible abordar el legendario Tren a las Nubes, que transita a más de 4.000 metros de altura. Al alejarse de la ciudad hacia el sur provincial por la Ruta Nacional 68, aparecen la Quebrada de las Conchas y, luego, Cafayate, sitio ideal para disfrutar las fincas y los vinos de las altas cumbres. La Cuesta del Obispo lleva hacia Cachi, un Pueblo Auténtico.

La Rioja y Catamarca

Lugar privilegiado del planeta para acceder a sus secretos más profundos, La Rioja deja al descubierto sus yacimientos geo-paleontológicos de millones de años y enormes paredones rojos en el Parque Nacional Talampaya, Patrimonio Natural de la Humanidad. También se destacan sus hermosos valles productivos de viñedos y olivares, en un escenario desértico capaz de cautivar por el pequeño oasis que contrasta con la imponente Cordillera de los Andes. Otra cita ineludible es con los flamencos rosados y otras especies de flora y fauna puneña a más de 4.300 metros sobre el nivel del mar, en la Reserva Provincial de Laguna Brava, sitio Ramsar.

En Catamarca, el turismo cultural es uno de sus preciados recursos. El Shincal de Quimivil, la capital más austral del imperio incaico, es el sitio arqueológico más importante del país. La provincia ofrece alternativas de turismo aventura: cientos de kilómetros de puna albergan territorios áridos, salares y campos de arena blanca, volcanes extinguidos, valles fértiles y lagunas con flamencos. Se puede practicar sandboard en las dunas, trekking, kayak o aventurarse al montañismo, en cumbres que superan los 6.000 metros sobre el nivel del mar.

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