Las historias de solidaridad se multiplican en Añatuya –Parte II-

Ayer con el título “Las historias de solidaridad se multiplican en Añatuya” contamos diferentes experiencias solidarias surgidas en la ciudad, empujadas por la necesidad de ayudar a más de un centenar de familias aisladas a causa de la pandemia.

Pasan los días y como no alcanza la ayuda –y no es porque no se ayude sino porque la demanda es muy grande- siguen multiplicándose estas historias de vecinos que se ayudan entre vecinos, de campañas que se inician por whatsapp y que culminan en el día con la entrega en la vereda de lo reunido, de maestros que se enteran de familias de alumnos aislados y que hacen una colecta en cuestión de horas y hasta de compañeros del curso que también se organizan para que en el día a día no le falte nada a su compañero aislado.

Prácticamente en todos los barrios hay un grupo de vecinos movilizando a otros para no dejar solos a sus vecinos y ayudar a familias aisladas. Por ejemplo, este jueves en el barrio Villa Abregu hubo una movida en favor de los vecinos que cayeron en el aislamiento. Se juntaron en el salón comunitario de la capilla Perpetuo Socorro y desde allí se organizó todo el trabajo.

También supimos de la conformación de un Banco de Alimentos. En su perfil en la red social Facebook indican “Banco de Alimentos en Añatuya solidaridad en tiempos de pandemia” y su idea es poder recolectar elementos para entregárselos a las familias necesitadas producto del aislamiento. Para ello se nutrirán de una red de voluntarios cuya función es recolectar productos, en su cuadra, manzana o barrio, que luego serán trasladados al lugar de almacenamiento central ubicado en Av. Wofcy, entre Gottau y Chacabuco.

Cada uno de los habitantes de esta ciudad ha sido convocado, movilizado y sido participe de esta tremenda movida de solidaridad. Pensar en el otro forma parte de las armas con las que los añatuyenses luchan contra la pandemia.