Los participantes santiagueños en la declaración de la Independencia
Colaboración del equipo UNSE de la Licenciatura en Historia: Gabriel Santillán y Pablo Taboada.
La actual provincia de Santiago del Estero fue pieza clave para aportar, y para mover los engranajes en el proceso independentista de nuestra nación, el cual se acentuó allá por 1810 con la Revolución de Mayo, y se consumó con la declaración de la “Independencia de las Provincias Unidas del Rio de La Plata”, hecho que hoy recordamos.
Después de la caída de Alvear se sancionó el Estatuto Provisional del 15 de Mayo de 1815, que además de organizar los poderes del Estado, convocaba a un Congreso General que se reuniría al año siguiente en Tucumán, para declarar la independencia y dictar una Constitución. Cada provincia debía enviar sus diputados con las instrucciones respectivas.
En la nuestra, la junta electoral que debía elegir los diputados se reunió en octubre de 1815, con representantes de la ciudad y de los curatos de la campaña.
La elección recayó en el Presbítero Pedro Francisco de Uriarte, cura de Loreto y en Fray Ignacio Garay, que residía en Buenos Aires. A poco de realizada la nominación, el Padre Garay renunció debido a una grave enfermedad que concluyó más tarde con su muerte. Para reemplazarlo fue electo en abril de 1816, el sacerdote Pedro León Díaz Gallo.
Para hacer un repaso por su vida antes de 1816, el Presbítero Don Pedro Francisco de Uriarte, fue el primer párroco de la Iglesia de la Villa Loreto y el que más años estuvo al frente a la curia de su parroquia. Según la tradición oral de aquel pueblo, que se fue transmitiendo de generación en generación, y que ha sido cotejada recientemente con documentos de la parroquia que le han permitido a la profesora María Inés Soria de Neder reconstruir un hecho muy importante, dan cuenta de que en 1812 Uriarte junto al pueblo loretano recibieron a Manuel Belgrano, cuando el Jefe del Ejército del Norte requirió de ayuda para salvaguardar lo que quedaba de su ejército ante una derrota militar.
Recordemos que Belgrano visitaba con frecuencia nuestras tierras ya que en el pueblo antes mencionado se ubicaba la estancia “El Yugo” de sus abuelos maternos.
El otro de los representantes en aquel Congreso de Tucumán, Pedro León Díaz Gallo, quien nació en nuestra provincia en el año 1782 y se ordenó en Córdoba en el año 1799. Al regresar, ocupó varios cargos eclesiásticos, y participó activamente en la Revolución de Mayo.
Los Diputados santiagueños se incorporaron al congreso cuando ya habían comenzado las sesiones en abril de 1816, aun así Pedro León Gallo tuvo el honor y la responsabilidad de suscribir el acta de la independencia y se desempeñó como Vicepresidente del Congreso, y ambos figuran como congresales firmantes de aquel documento que nos permitiría dar otro paso firme en cuanto a los objetivos independentistas.
El 10 de Julio de 1816, día siguiente de la declaración, según lo relata el General La Madrid que en ese entonces se encontraba en Tucumán como parte del Ejercito Auxiliar del Perú, comenzaron los festejos en la misma casa donde se reunieron, alquilada a doña Francisca Bazán de Laguna en San Miguel de Tucumán.
Pero ese hecho no fue el fin de las luchas, aun quedaría un tramo de unos ocho años por recorrer hasta la batalla de Ayacucho del 09 de Diciembre de 1824, en donde se dejaría sellada para siempre la independencia de América del Sur.
Colaboración del equipo UNSE de la Licenciatura en Historia: Gabriel Santillán y Pablo Taboada.
